El centro neurálgico de la presencia española en Afganistán se encuentra en Herat, ciudad de algo menos de trescientos mil habitantes que da nombre a la provincia afgana de la que es capital. Allí se encuentra el grueso de los militares españoles desplegadas en el país y ésta será el última posición que se abandone en el proceso de repliegue de tropas que se inició en 2012.
Por esta razón, tanto el secretario de Estado de Defensa, Pedro Arguelles, como el Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), el almirante Fernando García-Sánchez, pasaron revista este miércoles al material que las Fuerzas Armadas españolas tienen en la zona, en un breve acto que se celebró junto a la pista de aterrizaje de la Base de Apoyo Avanzado (FSB) de la localidad, que las tropas españolas comparten, principalmente, con el destacamento italiano.
Charlaron con el personal de la unidad aeromóvil del Ejército de Tierra en Afganistán, que recibe el nombre de Aspuhel, y pudieron inspeccionar de primera mano dos de los tres helicópteros Cougar que están desplegados (un Cougar y un Superpuma) y uno de los tres CH-47 Chinook, que son utilizados para labores de transporte y evacuaciones médicas.
También estaba en el lugar una de las tres unidades del helicóptero de ataque Tigre, que llegaron al país asiático hace unos meses con el objetivo de reforzar la seguridad de las tropas españolas y que comparten con los helicópteros de ataque italianos Mangusta el servicio de Alerta de Reacción Rápida, lo que les hace estar preparados para intervenir en un espacio corto de tiempo ante cualquier contingencia que pudiese ocurrir en su zona de responsabilidad.
Junto a esta aeronave, estaba también una unidad del Searcher MKIIJ, uno de los aviones no tripulados de tamaño medio con los que las tropas españolas cuentan en el país asiático, que son utilizados para reconocer el terreno desde el aire, pudiendo prevenir así el posible ataque de talibanes contra convoyes españoles.
El número dos del ministerio de Defensa y el JEMAD pudieron inspeccionar un vehículo blindado Lince, los más utilizados en Afganistán junto al RG-31, cuyas adquisiciones han supuesto un salto cualitativo en la protección de los militares españolas, por su importante capacidad antiminas.
Por último, realizaron una visita al hospital Role 2 ubicado en la base, una instalación de primer nivel sanitario que permite la reanimación, triaje y estabilización de los heridos (incluyendo cirugía y ciudados intensivos), la preparación para la evacuación, la asistencia odontológica, la asistencia del estrés de combate, y posee un laboratorio y un servicio de radiología básico (radiografía y ecografía).