Tal día como hoy, 25 de noviembre, pero de 2008, Libertad Digital contaba en su portada que Tardá se quejó del "gran silencio y gran impunidad germinada", a su juicio, en la Transición, e insistió en que la Ley de Memoria "no es suficiente y ofende". También arremetió contra el Gobierno por alentar a la Fiscalía contra el proceso al régimen franquista que quiso impulsar el juez Baltasar Garzón.
Tras declararse "avergonzado" de que "la izquierda no actúe sin complejos y sin censura" en esa cuestión, insistió en que el Rey Juan Carlos, que "juró los principios del Movimiento Nacional", debe "pedir perdón" a las víctimas del franquismo en un "acto de honradez y de coherencia para simbolizar la plena superación por la democracia del pasado autoritario del Estado".
El diputado de Esquerra Republicana llevó al extremo sus posiciones al pedir la muerte del Rey. Fue durante un acto de ERC contra la Constitución en el que las Juventudes de Esquerra quemaron y enterraron la Carta Magna. Tras esto, tomó la palabra el diputado Joan Tardá que llamó "corrupto" al Tribunal Constitucional y concluyó su discurso con un "viva la República y muera el Borbón". Al acabar el acto, el republicano justificó su afirmación diciendo que "se utiliza comúnmente como proclama durante la Guerra dels Segadors".
Ante la polémica desatada, Tardá no tuvo más remedio que intentar dar una explicación a sus amenazas al Rey. Dijo que sus palabras "se refieren a una crítica a la monarquía como institución", y no "a una persona física". Añadió que la expresión “se tiene que contextualizar en la historia de Cataluña con lo que ha sido siempre un grito que conmemora la Guerra de Sucesión y los hechos de 1714".
El diputado de ERC aseguró que nunca había "deseado la muerte a nadie" y que "su larga experiencia política, siempre en el marco de los valores democráticos y de progreso, así lo avala". Además, trató de culpabilizar de la polémica a los medios de comunicación: “Lamento profundamente que determinados medios de comunicación vuelvan a aprovechar la ocasión para sesgar y descontextualizar unas palabras con el único objetivo de criminalizar determinadas opiniones políticas".
A pesar de todo, el republicano no se arrepintió de sus palabras contra la monarquía y volvió a referirse a la polémica y reafirmó lo dicho: "Repito, viva la República y muera el Borbón". Volvió a asegurar que esa expresión "ha sido un grito recurrente en la historia del catalanismo catalán" que además era "absolutamente metafórico”. En ese sentido, atacó a todos los que criticaron sus palabras y dijo que esa polémica “denota ignorancia”.