El ex gerente del PP de Madrid, inmerso en la nueva fase de la Operación Púnica que investiga al PP por financiación ilegal, mantenía despacho en la primera planta de la sede del partido en Génova.
Beltrán Gutiérrez era un hombre clave del PP de Madrid, muy conocido por todos, aunque se mantenía en la sombra. Con el escándalo de las tarjetas black, su nombre apareció en los medios de comunicación -su gasto con la tarjeta ascendió a 58.000 euros anuales-, y fue apartado de su cargo de gerente del PP madrileño y asesor en el Ayuntamiento de la capital. Si bien, nunca se fue del todo.
Según las fuentes consultadas, Gutiérrez siguió siendo "trabajador" de la casa en calidad de "administrativo". En su día, Esperanza Aguirre precisó que no había "ni baja encubierta ni despido ni contratación".
Lo que se desconocía es que seguía manteniendo despacho en la primera planta de la sede de Génova13, que es donde se encuentran las dependencias del PP de Madrid. "Han estado en el despacho de Beltrán y han revisado su ordenador, que físicamente sigue allí. Sí se han podido llevar algunos papeles", confirmaron varios portavoces de la formación.
En declaraciones ante la prensa, Esperanza Aguirre ha respondido sobre el escándalo. Preguntada por LD, ha dicho que no tiene por qué echar a Gutiérrez y que es "funcionario del partido".