La invasión de Rusia a Ucrania y la fuerte crisis económica han marcado la sesión de control al Gobierno en el Congreso. El presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, ha vuelto a escudarse en la guerra para justificar la subida de precios y obviar la petición que le han hecho la portavoz del PP, Cuca Gamarra, y el líder de Vox, Santiago Abascal, para bajar impuestos y reducir gastos.
En su lugar, Sánchez ha optado por equiparar a Putin con Abascal, acusándole de querer "la muerte de Europa". "Salvini, Le Pen, usted y Putin no se saldrán con la suya", le espetaba Sánchez al líder de Vox, obviando de nuevo las preguntas de la oposición que le reclama actuar para hacer frente a la escalada de precios.
El presidente aprovechaba la relación que Abascal mantiene o ha mantenido con esos líderes europeos para intentar presentarle como aliado de Putin, haciendo suya la estrategia que viene utilizando Unidas Podemos de intentar relacionar a Vox con el autócrata ruso, a pesar de que la formación de Yolanda Díaz es la única que se ha opuesto al envío de armas a Ucrania.
Abascal preguntaba a Sánchez "qué ha hecho por los españoles que sufren" y le acusaba de perjudicar los intereses de los productores, ganaderos o agricultores al imponer el "fundamentalismo verde" que "criminaliza al diésel o la energía nuclear". "Rebaje los impuestos en lugar de hacer caja", le reclamaba, al tiempo que le pedía "eliminar el insultante ministerio de Igualdad" que promueve la "guerra de sexos" y emplear los 20,000 millones de los que podría disponer para ayudar a las familias y lograr la soberanía energética.
Sánchez, por su parte, le acusaba de beneficiar los intereses de Putin promoviendo la "división" en lugar de la "unidad" o el "desánimo" en lugar de la "solidaridad". "¿Qué sería de Europa si en Italia gobernara Salvini, en Francia Le Pen y aquí ustedes?", preguntaba el presidente para responderse a sí mismo: "Sería la muerte de Europa", decía, advirtiendo de que "ni España ni Europa van a permitir que ustedes o sus movimientos gobiernen", en línea con la amenaza que recientemente lanzaba Yolanda Díaz a Vox durante un rifirrafe con Macarena Olona cuando dijo que "si llegasen a gobernar, tendrían huelgas y movilizaciones masivas".
"Los supermercados y la gasolina, un lujo"
Antes de Abascal, la portavoz del PP, Cuca Gamarra, ya había exigido a Sánchez una bajada inmediata de impuestos. La dirigente popular ha explicado en su intervención que es inaceptable que los supermercados y la gasolina se hayan convertido "en un lujo".
"Tiene usted 60.000 millones de margen para aliviar la factura de los españoles. Bajar los impuestos era para ayer", ha asegurado Gamarra que ha insistido en la propuesta que los populares llevan realizando al Ejecutivo desde la semana pasada: bajar el IVA de la gasolina del 21 al 4% y bajar los impuestos a los carburantes.
El presidente del Gobierno ha aprovechado la ocasión para pedir el apoyo "de todos los grupos parlamentarios" para consensuar un Plan Nacional de respuestas económicas a la guerra. El Ejecutivo espera que el PP se sume a este acuerdo aunque Sánchez llegaba a ironizar con la pregunta de Gamarra: "No sé a quién estoy contestando, si al antigüo PP o al nuevo PP", añadía el presidente.