El cardenal Gerhard Müller, Prefecto Emérito del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, ha sido consagrado como el Papa contrario a la doctrina del Papa Francisco. En un acto celebrado en la Universidad San Pablo CEU y en el que estuvo acompañado por Antonio María Rouco Varela, además de Juan Antonio Reig Pla y José Ignacio Munilla, destacados miembros del episcopado español.
El prelado fue directo a la yugular de Bergoglio: "La Iglesia no es un programa para establecer una sociedad liberal capitalista o social-comunista, ni para crear un nuevo orden mundial en 2030". Y dijo también que "la Iglesia no puede ofrecer una supraestructura religiosa sin contenido a los estados pluralistas", lo que supone una dura crítica a la encíclica Fratelli Tutti del Papa Francisco.
De hecho, llegó a decir que "los temas centrales de la Iglesia no deberían ser el cambio climático, la protección del medio ambiente, la política migratoria, los puestos de poder para los laicos, sino el Evangelio de Jesús".
Gerhard Müller añadió que "no se puede introducir ideologías materialistas, comunistas, socialistas, del posthumanismo en la Iglesia Católica", y que en la Iglesia "tenemos una imagen del hombre positiva, no como estos materialistas que dicen que el hombre es sólo una materia que se puede modelar como uno quiere".
El cardenal alemán lanzó sus críticas a la "autosecularización" de la Iglesia actual y al Concilio Vaticano II, al que culpa de ser "la chispa para la ruptura de la Iglesia". "Estas iglesias secularizadas, ellos se llaman modernos pero son secularizadas, se han transformado en salas de concierto, discotecas, museos… Es el símbolo de que uno ha renunciado a la Iglesia, cuando deja que la estructura se deteriore, y se convierte la catequesis en programas de adoctrinamiento con la locura de la ideología de género", sentenció.
Y también tuvo palabras durante el encuentro contra la corriente que trata de imponer una ideología de género que, entre otras cosas, introduce la enseñanza sexual en las escuelas y promueve que se aprueben leyes como la eutanasia, la ampliación del aborto o la ley trans. "Hoy nuestras leyes están en lo contrario a Dios. Las leyes tienen que proteger el matrimonio y la familia, cosa que no está pasando en España. No hay ningún respaldo a la familia y al matrimonio, es un síntoma de una sociedad enferma", concluyó.