Menú
La prensa de un vistazo

"Soy el puto amo y voy a conceder la amnistía porque quiero y porque puedo"

Se alargan las negociaciones para la investidura de Sánchez. Mientras, Israel da un puñetazo en la mesa ante los antisemitas del Gobierno.

Se alargan las negociaciones para la investidura de Sánchez. Mientras, Israel da un puñetazo en la mesa ante los antisemitas del Gobierno.
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, durante la ronda de contactos para la investidura | Europa Press

El Mundo

"Podemos y Sumar arrastran al Gobierno a una crisis diplomática con Israel en plena presidencia europea". Israel debería romper relaciones con España. Es intolerable lo de Belarra y Yolanda. "El PSOE da la cara por sus socios y Moncloa acusa a la Embajada israelí de difundir "falsedades" e "insinuaciones infundadas"". Pero si los hemos oído todos. Belarra pidiendo llevar a Israel a la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra. Sánchez, que lo hemos oído todos.


Dice El Mundo que "en todos los países occidentales, la extrema izquierda rechaza la legítima defensa -conforme al Derecho internacional- que ampara a Israel. La anomalía en España es que ejerce tareas de gobierno, lo que ahonda en la debilidad de nuestro país". Tenemos un gobierno antisemita. "Sánchez no puede seguir contemporizando. España debe sumarse sin titubeos al frente democrático contra la amenaza terrorista de la que forma parte Hamas". El problema es que nuestro gobierno está con los terroristas. Con todos los terroristas.


Sobre la situación de España, "Feijóo acusa a Sánchez y los independentistas de ir a un "horizonte similar a los Balcanes"". Denuncia Raúl del Pozo que "no dan información alguna de lo que están tramando y nos quieren callados cuando España está como nunca partida en dos". "La izquierda tiene más destreza para organizar marchas y escraches, pero el PP controla mucho poder en el Senado, en baronías y alcaldías, para que el Gobierno de la coalición de perdedores y enemigos de la Constitución sea corto y tumultuoso. Ya ha presentado el PP en el Senado una moción para rechazar los chantajes de los separatistas. No les van a dejar en paz durante la que, esperan, sea una corta legislatura". Somos media España, no les va a resultar tan fácil.


"La democracia había canalizado la crispación, pero ha vuelto, y los partidos la aprovechan para magnetizar a las multitudes con mensajes de odio. Los partidos se odian porque se temen". Sólo una persona tiene la culpa de lo que está pasando y se llama Pedro Sánchez.

El País


"Los hospitales de Gaza apuran las últimas horas de combustible", dice el periódico antisemita ultrasanchista. "Israel acusa a parte del Gobierno de España de alinearse con el terrorismo y provoca un choque diplomático". Bueno, digamos que parte del Gobierno de España se ha aliado con el terrorismo, ha acusado a Israel de genocidio y otras barbaridades y ha provocado un choque diplomático con Israel. Repito, yo que ellos rompía relaciones, el Gobierno no va a cambiar, lleva el antisemitismo en el ADN. "El Ministerio español de Exteriores "rechaza tajantemente las falsedades" del comunicado de la Embajada israelí sobre algunos de los miembros del Ejecutivo". ¿Falsedades? Por dios, no sé por quien toman a los ciudadanos. Ni que Belarra y su banda se ocultaran.


"El Gobierno abre la brecha de la amnistía con la idea de que no será la que pedían los independentistas". "Zapatero despliega la argumentación de defensa del perdón mientras el Ejecutivo sigue negociando". Menuda mosca cojonera que está hecho este Zapatero.


Víctor Lapuente constata que "Sánchez es rehén de Puigdemont y le puede suceder como al joven César, capturado por unos piratas. Veremos qué sucederá. César, tras pagar el rescate y ser liberado, persiguió a los piratas y los crucificó". "Mientras las discusiones para formar Gobierno en los países de nuestro entorno se llevan a cabo, discretamente o con luz o taquígrafos, entre los partidos involucrados, aquí se hace a través de intermediarios, en hoteles recónditos de ciudades dispares. Como en los secuestros". "El grupo alrededor de Sánchez se está autosaboteando, dejando caer que la amnistía (y más) es un precio aceptable, y menospreciando las voces más útiles para sus intereses: quienes dicen que la familia socialista no puede pagar eso sin arruinarse". "Veremos qué sucederá". Algunos lo tenemos muy claro. Sánchez pagará con gusto lo que tenga que pagar.

ABC

"Israel califica de "inmoral" a parte del Gobierno de Sánchez". ¿Sólo a parte? "Sumar y Podemos chocan en su reacción al conflicto y por diferenciarse del PSOE". Sumar y Podemos son lo mismo, esto es simplemente guerrillas personales.


"Los límites de Moncloa a la amnistía: ni beneficiar a los CDR ni asumir el coste del 9-N y el 1-0". Julián Quirós señala a Zapatero. "Con Zapatero empezó todo: el desplazamiento del PSOE a la izquierda buscando un frente popular incompatible con la centralidad social y los grandes acuerdos de estado; pero una terrible crisis económica mundial precipitó su final y nos salvó de la vuelta a las dos Españas". Y entonces llegó Sánchez.


Ignacio Camacho está hasta las narices de las vueltas con la amnistía. "Lo que más irrita de la amnistía ya no es tanto que la vayan a hacer como que intenten justificarla con las milongas de la convivencia, la pacificación, la generosidad y demás coartadas falsas. Que todavía crean que pueden convencer –léase engañar– a alguien con la chatarra de la propaganda". Es una pérdida de tiempo. A sus votantes les parece perfecto que hagan lo que sea para que la derecha no llegue al poder. Y la derecha, o los antisanchistas, o los que se oponen a estos tejemanejes perdieron su oportunidad de pararles los pies el 23-J. Y ya no se puede hacer nada.


"Sería mucho más honesto afrontar la verdad que buscar justificaciones envileciendo palabras y conceptos respetables, habida cuenta de que de todos modos las elecciones han demostrado que los bandazos de Sánchez no le causan ningún (o muy poco) desgaste. Por una vez podría el presidente probar a ser sincero en vez de camuflarse bajo la edulcorada facundia de los retruécanos verbales". Tiene un problema psiquiátrico con la verdad.


"Soy el puto amo y voy a conceder la amnistía y lo que me pidan los separatistas en primer lugar porque lo necesito y en segundo porque quiero, porque puedo y porque no queda órgano de justicia ni institución con suficiente autonomía para impedírmela". Venga, Sánchez, dilo así de claro, nadie te va a hacer frente, tienes el poder.

La Razón

"Los díscolos de Puigdemont amenazan el plan de investidura de Sánchez". Hay quienes no pierden la esperanza. "Las bases del Consell per la República empiezan a votar este martes para fijar una posición sobre si deben bloquear el apoyo al líder socialista". Dice el editorial que se trata de una "«cocción a fuego lento» de un PSOE que ya creía superado el escollo de la amnistía y, ahora, se enfrenta al «relato» del referéndum de autodeterminación, no sólo desgasta la imagen del socialismo entre la opinión pública española, sino que puede rebajar sus expectativas de voto en una Cataluña que se decantó claramente en las últimas elecciones generales por partidos constitucionalistas o que no llevan la independencia en su programa electoral. Por último, alarga el proceso de maduración del candidato Pedro Sánchez, que ve pasar las semanas sin otra certeza que no sea cómo crece el proceso inflacionario de demandas y exigencias de sus aliados «progresistas»".


Abel Hernández es sabio. "Conociendo la peculiar psicología del personaje y su alto concepto de sí mismo, Sánchez hará lo que sea, aunque salten astillas en la Constitución y en su propio partido, para lograr su propósito. «Comprará» votos al precio que sea con tal de seguir en el poder. No le importa que le acusen de corrupto y hasta de traidor a la patria. Las críticas le resbalan. Las atribuye a la derecha, que no se resigna a permanecer alejada del poder, y a la que odia. No le importa que el pueblo le abuchee cuando pisa la calle. Le da lo mismo que a derecha e izquierda se interprete de forma abrumadora que la amnistía que ofrece a los golpistas catalanes no es para alcanzar la paz sino el poder, un asunto estrictamente personal". Lo ha clavado. A Sánchez le dan igual las manifestaciones, las críticas. Abel sigue creyendo que podrían repetirse las elecciones.


"Es el «plan B». Depende, en parte, de Tezanos, de una luminosa encuesta suya favorable a la izquierda, que disipe tanta incertidumbre. Pedro Sánchez se presentaría entonces envuelto en la bandera roja y gualda, como el patriota incorruptible que no se ha sometido a las exigencias de los separatistas y que sigue dispuesto a impedir que la extrema derecha gobierne en España. Es capaz". No parece que Sánchez vaya a correr ese riesgo innecesariamente. Pero vaya, del tirano se pueden decir muchas cosas, pero no que no asuma riesgos.

En España

    0
    comentarios

    Servicios

    • Radarbot
    • Curso
    • Inversión
    • Securitas
    • Buena Vida
    • Reloj Durcal