El adiós de Alegría: mentiras en el caso Ábalos y su insalvable papelón con el acosador Salazar
Alegría empieza una campaña lastrada por varios escándalos: bulos no rectificados, la fiesta de Ábalos y su relación con Salazar, entre otros.
Pilar Alegría anunció ayer desde la mesa del Consejo de Ministros que se despedía del Gobierno y la portavocía para iniciar una nueva etapa política: dedicarse a tiempo completo a las elecciones autonómicas de Aragón que se celebrarán el próximo 8 de febrero.
Hay que recalcar lo de "a tiempo completo", porque lo cierto y verdad es que Alegría ha utilizado su cargo como ministra para promocionarse en Aragón, organizando actos institucionales desvinculados de sus competencias, como pone de manifiesto este estudio publicado en Libre Mercado. La ya candidata oficial del PSOE al Gobierno aragonés ha protagonizado 42 actos en Aragón frente a 18 en otras CCAA. Una estrategia perfectamente diseñada desde Moncloa que, a tenor de las encuestas publicadas hasta ahora, no parece que haya tenido el resultado esperado.
El bulo de la bomba lapa
Pero a este abuso de los recursos públicos para su propio interés político, algo a lo que ya nos tiene acostumbrados Pedro Sánchez, hay que añadir la utilización sistemática de las ruedas de prensa posteriores al Consejo de Ministros para hacer campaña electoral, atacar a la oposición o los jueces —como ha hecho contra el juez Peinado— e, incluso, para negarse a rectificar bulos, como el de la bomba lapa.
En este bulo de la factoría Moncloa se acusaba en falso al capitán de la Guardia Civil Juan Vicente Bonilla de querer colocar una "bomba lapa" en los bajos del coche del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Pese a que el bulo estaba ya desmentido, y pese a que fue preguntada por dos veces por los periodistas asistentes a la rueda de prensa en Moncloa, Alegría se negó a reconocer su error en la difusión del mismo y en la existencia del propio bulo.
La juerga con prostitutas de Ábalos en el Parador de Teruel
Pero no es el único charco en el que se ha visto involucrada la exministra y exportavoz del Gobierno. Todo lo que rodeó la fiesta de José Luis Ábalos con prostitutas en el Parador de Teruel en plena pandemia de coronavirus, de la que todavía queda mucho por saber, ha puesto a Pilar Alegría en muchos aprietos. Diversos medios se hicieron eco de la fiesta, de los destrozos en el parador y de que el Ministerio de Transportes no quiso hacerse cargo de la factura.
Pilar Alegría reconoció que durmió en el Parador la misma noche de la juerga de Ábalos, cuando era delegada del Gobierno en Aragón, aunque negando tener conocimiento de lo que ahí había ocurrido: las prostitutas y los destrozos. Eso sí: dio muestras de mucho nerviosismo en sus explicaciones y se escudó en que los ataques contra ella se producían porque era mujer.
Días después de esas primeras explicaciones, Alegría al borde de las lágrimas negó los destrozos en el Parador de Teruel en la noche salvaje de Ábalos con las prostitutas. Fue durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, al rememorar los mensajes que está recibiendo en X y en Instagram durante los últimos días a cuenta de su presunto encubrimiento de lo ocurrido en ese parador durante la pandemia.
El 22 de mayo de 2025, antes de entrar a comparecer en la Comisión del Senado de la Operación Delorme, Pilar Alegría lanzó una amenaza directa a quienes la vinculasen con la fiesta de Ábalos sin pruebas: "Voy a emprender acciones legales", dijo visiblemente indignada. Posteriormente dio más informaciones sobre en qué habitación durmió cada uno y a qué hora se fueron supuestamente a dormir, negando otra vez que se hubiera producido ninguna fiesta ni ningún destrozo.
Por informaciones posteriores se supo que Pilar Alegría, Koldo García Izaguirre y Pardo de Vera, que también estuvo ahí la noche de autos, cenaron juntos y por su cuenta la noche del Parador de Teruel y dejaron solo a Ábalos.
El colofón a este culebrón llega en octubre de 2025 cuando un informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil apuntó a "encuentros de carácter personal" del exministro José Luis Ábalos en el Parador de Teruel, dejando en evidencia a Pilar Alegría. La reacción del presidente de Aragón, Jorge Azcón, no se hizo esperar, pidiendo la dimisión de Alegría por mentir en la comisión de investigación del Senado. Azcón considera que Alegría tiene "un serio problema con la verdad" después de que en el mes de mayo negara en la comisión de investigación en el Senado que hubiera sucedido nada durante aquella estancia en el Parador de Teruel en septiembre de 2020.
Alegría, los Presupuestos y las mentiras
Los problemas de Alegría con la verdad no se ciñen a lo que ocurrió en el Parador de Teruel. Fue también memorable su comparecencia en rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros el 28 de marzo de 2025, cuando justificaba que no presentarían Presupuestos Generales "para no perder el tiempo en el Congreso" pese a que le obliga la Constitución. Justificación que Moncloa reconoció que fue un error pero que, además, vino acompañada de varias mentiras o inexactitudes. La primera, que los presupuestos había que llevarlos a las Cortes de "manera acordada". La segunda mentira cuando justificaba que las cuentas ya prorrogadas "devienen (sic) de unos Presupuestos aprobados por este Gobierno". Lo cierto es que las cuentas de 2023, aprobadas en 2022, fueron elaboradas por el PSOE con Unidas Podemos, una coalición que ya no existe, y aprobadas por un Parlamento distinto al actual.
Su insalvable papelón con Salazar
Pero si algo ha hecho daño a la imagen de Pilar Alegría como candidata a las próximas elecciones autonómicas es su relación con Paco Salazar, origen del #MeToo socialista que tiene al partido sumido en una crisis interna de credibilidad.
Y esto es así desde el primer momento, porque el mismo día en que se supo que había denuncias por acoso sexual contra Paco Salazar el 5 de julio de este año, Pilar Alegría no tuvo la mejor de las reacciones. El Comité Federal del PSOE arrancó ese día con la noticia publicada en eldiario.es y pilló con el pie cambiado al partido y la portavoz del Gobierno y líder de los socialistas aragoneses optó ante los medios, en ese primer momento, por defender a Salazar: es un "compañero íntegro", dijo sobre el socialista señalado por la prensa amiga. Añadió que no había podido leer las informaciones pero que le conocía desde hacía muchos años y desde "su propia experiencia" siempre le había parecido un compañero "absolutamente íntegro". Opinión que duró apenas unas horas, pasando a decir ante la prensa que su renuncia era "absolutamente" necesaria. "Si hay algo que no se puede permitir" el partido es "ni una sola duda ni mancha que empañe su labor en favor de la igualdad", dijo sobre su antaño defendido. La socialista alegó que ahora sí que había podido conocer las denuncias con más "tranquilidad y seriedad" y lo importante es que se había actuado de inmediato y con "contundencia".
Lo malo es que esas contundentes declaraciones de Alegría no casan con su actuación, ni con la de su partido, durante los meses posteriores. Porque Artículo 14 la fotografió el 4 de noviembre comiendo con el presunto acosador en un restaurante de Madrid.
Cuando el caso se reactivó después de más de cinco meses de silencio, la exministra tildó de "vomitivas" las expresiones de Salazar hacia las mujeres acosadas apenas un mes después de haber cenado con él.
La hemeroteca de Alegría en este caso es realmente cruel, porque además el diario de Escolar, es decir, prensa amiga, acusa a Pilar Alegría y María Jesús Montero de participar en una "caza de brujas" contra las denunciantes de Salazar. Va a tener complicado justificar su papel por muchas declaraciones contundentes que realice contra su amigo de tantos años y sobre lo feminista que es el partido socialista.
Los lapsus lingüísticos de Alegría
A todo lo anterior hay que añadir que Pilar Alegría, ministra de Educación y portavoz del Gobierno, ha jalonado el ejercicio de sus cargos con un patinazo lingüístico detrás de otro, lo que habla muy mal del nivel de una política que ocupa, precisamente, esos dos puestos. Desde "me repito más que la mojama", pasando por sus "insultos y soeces", o sus "producieron" o la incorrecta utilización del término "devenir", los lapsus continuos de Alegría son muestra del bajo nivel de la que ha sido ministra de Educación y portavoz del Gobierno, y ahora candidata a presidir la comunidad autónoma de Aragón.
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