Es la única comunidad autónoma en la que no sonaba la sintonía del PSOE. A ritmo de Jump, de Van Halen, hacía su entrada el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, junto al primer secretario del PSC, Miquel Iceta, y el candidato a la alcaldía de Barcelona, Jaume Collboni. Un primer síntoma del trato diferente que se permite el PSOE con el partido hermano, el PSC, de quien siempre recuerdan "es otro partido" con sus propios estatutos.
Un territorio en el que desembarcó este martes el líder del PSOE con el objetivo de "parar el golpe", porque el realismo lleva a fuentes del PSC a ser excesivamente moderados en sus aspiraciones, habida cuenta de que los peores presagios demoscópicos relegan al PSC a la quinta fuerza en la comunidad (en las elecciones en septiembre), y a la cuarta en la ciudad de Barcelona. Y entienden que lo están consiguiendo porque han recuperado la ilusión en los actos y mitines socialitas y porque Lérida y Tarragona serán "las aldeas galas", porque "resisten el embiste" de los emergentes Podemos y Ciudadanos que les roban votos por la izquierda y la derecha.
Por ello, Pedro Sánchez, comenzó su intervención apelando "al orgullo" que siente el PSOE de un PSC que ha sido "el único partido que", ante la amenaza independentista, "ha enarbolado la bandera de la concordia". Aunque el principal mensaje fue para reprender al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, por "su última perla": haber preguntado 'quién se acuerda ya del paro'. "Se acuerdan los pensionistas que con una pensión congelada deben ayudar a sus hijos y a sus nietos; se acuerdan los padres que ven emigrar a sus hijos por falta de oportunidades; se acuerdan los hijos que ven a sus padres de 50 y 60 años sin empleo en casa".
Y a voz en grito, puso a los 2000 asistentes en pie del auditorio Forum de Barcelona al denunciar que "¡hay muchos empleados con miedo a perder su trabajo y muchos parados con miedo a nunca encontrarlo! Así que, ¡no engañe señor Rajoy! ¡Que no engañe porque cada uno de sus engaños es una razón más para mandar al PP a la oposición!".
Por ello, apeló al voto socialista para hacer frente a un Rajoy "que sólo sabe conjugar pasado y pasivo". Pasado porque "con su reforma laboral, los trabajadores cobran sueldos de 1990"; y "el presidente en pasivo, porque "aquí en Cataluña para revolver la crisis territorial... ¡no ha hecho nada! ¡nada!".