Las elecciones municipales y autonómicas del mes de mayo son clave para conocer hasta qué punto la derecha está en disposición de ganar las generales. Aunque PP y Vox rebajan las expectativas del 28-M para evitar decepciones, en previsión de que el PSOE pueda aguantar más de lo previsto, ambos cuentan con entrar a gobernar en comunidades que están en manos de la izquierda.
Los cuarteles generales de ambos partidos estudian al detalle las opciones que tienen de hacerse con nuevas cuotas de poder, empleando para ello sus propios estudios internos, a los que se suma el promedio de encuestas que publican de forma intermitente los medios de comunicación, aunque siempre tomados con cautela.
Según ha podido saber Libertad Digital de fuentes consultadas en ambos partidos, además de repetir en los gobiernos de Madrid, Murcia y Ceuta, PP y Vox creen tener opciones de sumar en la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha y Baleares. Algo más complicado parece la posibilidad de arrebatar los gobiernos al PSOE en Extremadura o Aragón.
Por ciudades, además de mantener la capital de España, ambos consideran clave hacerse con Valencia y Sevilla, especialmente esta última por ser un bastión socialista, aunque admiten que lograr la suma será difícil. Más seguro parece el ayuntamiento de Palma de Mallorca.
Madrid, sin opciones para la izquierda
Tanto PP como Vox cuentan con que la izquierda no pueda tocar poder en la Comunidad de Madrid ni el Ayuntamiento de la capital, aunque los estudios que manejan ambos partidos difieren sobre el equilibrio de fuerzas que se impondrá en la derecha.
El PP maneja encuestas que lo sitúan casi en la mayoría absoluta, rozando los 68 escaños en la Asamblea con Isabel Díaz Ayuso y los 29 en el Consistorio con José Luis Martínez-Almeida.
Sin embargo, los de Abascal lo descartan casi por completo, dando a Ayuso un máximo de 66 diputados y a Almeida 27, manteniendo a Rocío Monasterio en los 12-13 escaños y a Javier Ortega Smith en una horquilla de 6-7 ediles. La clave en ambos lugares será saber si Unidas Podemos y Cs sobreviven, lo que podría complicar después el juego de mayorías.
Recuperar la Comunidad Valenciana, objetivo prioritario
A nivel autonómico, la gran joya de la corona es la Comunidad Valenciana. En Génova saben que no se pueden relajar si quieren arrebatar este territorio al PSOE de Ximo Puig. Por ello, "se van a dejar la piel", al igual que Vox, que pese a los líos internos que ha vivido y la profunda remodelación de las listas, aspira a mejorar hasta en un 50% sus resultados.
Según los últimos trackings que manejan los populares valencianos, Carlos Mazón podría hacerse con el poder con el apoyo de Vox, ya que el PP se encontraría en una horquilla de entre 32 y 37 escaños y Vox, en la franja de entre 13 y 17 escaños.
La mayoría en las Cortes Valencianas son 50 representantes para lo que los populares tendrían que llegar a acuerdos con los de Santiago Abascal, que ha detectado por su parte cierto frenazo de los populares en las últimas semanas, lo que podría lastrar la suma a pesar de la importante subida que registrarían ambos partidos.
Lo que sí dan por hecho, tanto en el PP como en Vox, es que podrán hacerse con la alcaldía de Valencia, un auténtico símbolo del poder popular que les permitiría incluso reconciliarse con su propio pasado de éxitos vinculados a la fallecida alcaldesa Rita Barberá y el que fuera presidente de la región, Francisco Camps.
Opciones en Baleares, aunque Armengol resiste
En las Islas Baleares, el PP apuesta por arrebatar al PSOE de Francina Armengol la presidencia después de las numerosas polémicas que la salpican, como el caso de los abusos a menores tuteladas. Un escándalo que, contrariamente a lo que cabría esperar, no ha desgastado su imagen como habría ocurrido de haber afectado a otros partidos.
La mayoría absoluta se sitúa en los 30 diputados y, según los estudios que manejan ambos partidos, el PP se mueve en una horquilla de 22-24 diputados mientras que Vox tiene casi asegurado doblar representantes hasta los 6, pudiendo llegar en el mejor de los casos a 8.
"Todo se decidirá por apenas un escaño, la mayoría puede caer de un lado o de otro por apenas unos cientos de votos", trasladan fuentes del partido de Abascal que advierten de que no se puede dar el partido por ganado.
En el Ayuntamiento de Palma de Mallorca cuentan con lograr la suma, aunque se muestran escépticos en cuanto a las posibles negociaciones con el PP, dado su rechazo hacia ellos.
Lograr el vuelco en Castilla-La Mancha, como Cospedal
Entre las comunidades que "penden de un hilo" está Castilla-La Mancha. Aunque las encuestas que manejan los populares de Paco Núñez les dan la mayoría con Vox, desde Génova son más prudentes y piden "no confiarse" con el socialista Emiliano García Page, al que ven con opciones de repetir con 17 escaños, los justos para la absoluta, con el PP en 15 y Vox en uno.
Los de Abascal manejan datos que sí les dan más segura la absoluta al poder sumar ellos 4 diputados, dejando al PSOE en 15 y al PP en 14. Génova calcula que si Unidas Podemos entra en el Parlamento podría arrebatar diputados a los socialistas ya que cada escaño de los morados resta uno y medio al PSOE, lo que facilitaría la suma de la derecha para poder gobernar.
Extremadura y Aragón, dudas
PP y Vox creen tener opciones de poder arrebatar al PSOE los gobiernos en Extremadura y Aragón aunque admiten que son las plazas más difíciles, dado que los barones socialistas en estas regiones aguantan el desgaste que vive la marca por la mala imagen de Pedro Sánchez. Sí están más seguros de poder hacerse con ayuntamientos. "Badajoz lo lograremos y Cáceres quizá también", aseguran desde el PP.
Algo parecido sucede en Aragón, donde podrían conseguir las alcaldías de Huesca, Zaragoza y Teruel pero no la comunidad. También dan por hecho que podrán recuperar La Rioja.
Andalucía, antiguo bastión socialista
A nivel municipal, el PP tiene puestas muchas esperanzas en Andalucía tras la mayoría absoluta lograda el pasado mes de junio por Juanma Moreno. "Sevilla y Cádiz son plazas complicadas y se decidirán en el último momento" aseguran, reconociendo que los socialistas todavía tienen mucho peso en ambas ciudades.
En cuanto al resto de provincias, dan por hecho que podrán hacerse con todas las capitales, teniendo que apoyarse en Vox, que espera poder resarcirse del mal resultado obtenido en las elecciones andaluzas entrando ahora en gobiernos municipales.
Las negociaciones entre ambos, en cualquier caso, se auguran complicadas dada la distancia ideológica que mantienen en asuntos como la ideología de género, que ha sido uno de los principales escollos para alcanzar acuerdos en otras ocasiones. De la capacidad que demuestren ambos partidos para teñir de azul y verde el mapa español dependerá la suma en las generales, algo que tanto PP como Vox tienen muy presente.