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Castilla y León

La Casa Botines: una joya de la arquitectura que además es un museo

La Casa Botines en León, es un edificio declarado Monumento Histórico Nacional en 1969, fue construido entre 1891 y 1892 y es una de las tres obras fuera de Cataluña, junto al Palacio Episcopal de Astorga y El Capricho de Comillas, en Cantabria, del arquitecto Antoni Gaudí. El estilo del catalán está presente en muchos de sus detalles, como las bóvedas catalanas, los pilares de hierro, las 365 ventanas del edificio o el torreón original de 1893. Además del acceso general de 8 euros, también es posible ver el interior de este edificio a través de una representación teatralizada por 16 euros. 

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Todo el edifico está hecha en piedra de León, con forma irregular para que se quede la nieve pegada cuando nieva. El san Jorge con el Dragón de la entrada al edificio lo encarga directamente a Gerona y se hace con una piedra de esta localidad. Con los años la estatua se degrada y se va cayendo. El ayuntamiento obligó a restaurar la estatua y al retirarla se descubre un tuvo en el que Gaudí escondió los planos del edificio y la relación de trabajadores. 

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Gaudí llega a León en 1892 y tarda sólo diez meses en levantar el edificio de la casa Botines. En León el arquitecto catalán no tendrá ningún problema con la obra ya que los promotores le van a dejar hacer lo que quiera, pero sí con el gremio de arquitectos de la ciudad porque no entienden cómo está levantando el edificio, utilizando el sistema de bóveda catalana o la planta abierta, que no se había utilizado apenas en comercios.  Lo que hace Gaudí es dejar toda la planta abierta sustentando el techo sólo por unas columnas. A los arquitectos les pareció que el edificio se podía caer lo que nunca ocurrió. 

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La Casa Botines se encuentra ubicado junto al palacio de los Guzmanes, sede de la Diputación de León y junto a la plaza de Santo Domingo, lugar de encuentro entre el casco antiguo y el ensanche.

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El edificio se concibe al inicio como una tienda de telas destinada para la alta burguesía. No es una tienda como las que conocemos ahora con lo cual es una atención personalizada, donde te ofrecían un café y pastas. Es en tiendas como en esta donde surgen los desfiles de moda ya que es en estos establecimientos donde se contrataba a una modelo para que se pasease con los vestidos de alta costura para que los clientes pudieran verlos.

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Una revista con ejemplos de moda de alta costura de la época.

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La Fundación Casa Botines, heredera de la antigua fundación de la Caja de Ahorros, ha intentado recrear una vivienda burguesa típica de la época, colocando cuidadosamente los muebles, muchos originales, en la misma ubicación en la que se encontraban en su origen. La Casa Botines intenta transmitir la idea de que todavía se está viviendo en alguna de las viviendas.

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Uno de los amplios baños que eran parte de las viviendas de la alta burguesía que se encontraban en las plantas superiores de la Casa Botines.

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En la segunda planta se encuentra la recreación de las viviendas originales. Había cuatro viviendas por planta en la Casa Botines.

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Todo el edificio está hecho a la altura del leonés medio de la época, como por ejemplo la altura de la barandilla de la escalera o las ventanas.

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Uno de los comedores de las viviendas originales del siglo XIX en el interior de la Casa Botines, ahora abierta al público.

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En una de las viviendas tenía su vivienda y su consulta un dentista de la época. En la actualidad se pueden ver sus instrumentos de trabajo originales.

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En la misma planta del famoso torreón se encuentra la parte de la vivienda del portero y de los trasteros. Sólo uno de los torreones está accesible al público. Hay que fijarse mucho en las vetas y travesaños de la madera utilizada por Gaudí, preocupado porque pareciera que al mirar hacia arriba no se viera la unión de las maderas y del interior del torreón y pareciera sólo una tira, al estar como medio escondidas. Los torreones no tienen ninguna utilidad y son una apuesta muy personal de Gaudí, con su carácter detallista para dejar bonito todo.

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El estrecho pasillo de acceso interior del torreón, que se encuentra en la parte de la vivienda que estaba dedicada al portero y a los trasteros.

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En 1929 se vende todo el edificio a la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de León y a partir de ese momento se instala en el interior del edificio, en la planta de abajo, las oficinas de la Caja.

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Esta parte recrea la caja de ahorros y la sala de juntas de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad.

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Esta es la recreación del despacho del presidente de la Caja con los muebles originales.

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Estatua de Gaudí frente al edificio, obra de José Luis Fernández.

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