Los magistrados del Tribunal Supremo se han limitado a cumplir la Ley. Por eso, en esta ocasión, su decisión no contará con votos particulares. “Eran habas contadas –explicaba un miembro de la Sala Segunda–, con un indulto parcial todavía quedan penas por cumplirse”.
La principal cuestión que ha debatido la Sala es si se debía calificar la condena por cumplir de los condenados como “pena nueva”. Finalmente lo han considerado así, quizá para abrir la puerta a un segundo indulto.
En la escueta nota emitida por los jueces se acuerda “la continuación de la ejecución de las penas”, eso en la práctica significa que Barrionuevo, Vera, Sancristóbal, Damborenea, Hends, Corujo y Saiz Oceja ingresarán en la cárcel de inmediato, La petición de indulto al Gobierno no suspende la ejecución de la condena; “no se pueden sentar precedentes peligrosos. Si el Gobierno quiere acelerar las excarcelaciones nos parece muy bien, pero nosotros no podíamos hacer otra cosa”, añadía otro juez del Supremo.
A partir de ahora, la rápida excarcelación de los condenados por el secuestro de Marey depende de Instituciones Penitenciarias, que puede conceder de inmediato el tercer grado –ir a la cárcel sólo para dormir–.
Conseguirán la libertad condicional cuando cumplan los dos tercios de la pena. El panorama de Vera es el más desolador ya que, en septiembre, se sentará de nuevo en el banquillo por el caso de los fondos reservados y, en los próximos meses, también será juzgado por el vídeo de Pedro J. Ramírez. Y, mientras, el PSOE se niega a pagar a su abogado. El sentimiento de abandono entre los condenados es, objetivamente, justificable.
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