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Antonio López Campillo

La lección francesa

La gran sorpresa ha sido que el partido de Le Pen, FN, de extrema derecha, ha desplazado a los socialistas de Jospin del segundo puesto en las lecciones presidenciales. Todos los comentaristas esperaban un duelo entre Chirac y Jospin, entre centristas e izquierdistas, pero el electorado ha decidido que sea entre Chirac y Le Pen. Los datos: Chirac 19,88% de los votantes, Le Pen 16,86% y Jospin 16,18%. La abstención ha sido del 28,4%; el 53% de los parados no han votado, pero el 26% han votado a LePen.

El partido comunista sólo ha logrado que le voten el 3,37 % de los electores, el peor resultado de su historia; la mayoría de los antiguos votantes del PCF lo han hecho a favor de Le Pen. Ha dejado de ser una fuerza política importante. Le superan los dos movimientos de extrema izquierda de orientación trostkista que presentaron candidato a presidente.

Hay un dato interesante: en los barrios llamados "sensibles", en los que no pueden entrar ni la policía, ni los bomberos, ni los médicos y donde los centros de enseñanza apenas funcionan, y que son los barrios donde viven los trabajadores, y donde residen los inmigrantes por necesidad, pues ahí el 37% de los electores ha votado a Le Pen. En estas zonas sensibles la autoridad del estado no existe y los incendios de coches, palizas y peleas sangrientas son cotidianos. El gobierno Jospin, que incluía a los comunistas, no pudo hacer nada para reducir la inseguridad en estas zonas. Decía que con la reducción del paro, muy importante bajo su gobierno, la inseguridad descendería. El paro bajó pero la inseguridad no disminuyó. Era evidente que el paro no era la causa de la inseguridad, que se desbordaba de las zonas sensibles a los otros barrios.

Ese error del gobierno lo han pagado socialistas y comunistas. Una parte de sus electores ha votado a Le Pen. Este ofrecía y ofrece una represión eficaz de la violencia, una regulación estricta de la inmigración y la expulsión inmediata de los inmigrantes que participen en actos de violencia. Y una reforma de la Justicia. Su lema preferido es "Los franceses, en Francia, son prioritarios", se refiere a las ayudas sociales, viviendas baratas, sanidad y educación.

Entre los otros candidatos sólo Chirac hizo suya, electoralmente, la inquietud por la inseguridad de un modo insistente; lo que le criticaron los otros candidatos. El resultado es que Chirac y Le Pen se sitúan en cabeza y pasan a la segunda vuelta electoral, en la que se decidirá quién será el presidente de la República francesa.

El que un partido de extrema derecha, con tonalidades racistas, antisemita y violento, sea el segundo partido de Francia es un choque. Algunos califican esta situación como un cataclismo. Los comentaristas políticos y los políticos mismos buscan las causas de ese cambio político, para unos es la prensa que ha exagerado la inseguridad, para otros el centrismo del partido socialista pero todos eluden el hecho de que acaso se esté viviendo el comienzo de una sociedad multicultural mal integrada. Aludir ese tema está considerado políticamente incorrecto. Pero la realidad no tiene en cuenta la corrección política.

Es un hecho que una parte importante de los inmigrantes no puede integrarse en la sociedad occidental sin sufrir una seria aculturación, lo que es un trauma muy grave, que les conduce a rechazar, violentamente, la cultura dominante. La experiencia actual en Francia nos muestra experimentalmente que todas las culturas no son compatibles. Para que exista una sociedad multicultural pacifica, y no sólo hipotético-folklórica, es necesario que tengan una serie de valores morales comunes. En el caso del mundo occidental uno de los puntos más importantes es: la igualdad de todos los humanos cualquiera que sean sus ideas, su religión o su sexo.

No se debe olvidar que esos valores occidentales, que son la base de nuestro vivir en sociedad, se lograron con grandes esfuerzos, dolores y luchas. No se debe obligar a nadie, incluidos nosotros, a aculturizarse. Una sociedad multicultural formada por culturas incompatibles genera, necesariamente, guerras y muertes. Lo que está sucediendo en Francia es un alerta importante.

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