Ni las raspas ha dejado Samuel Eto'o para los demás. El camerunés vio cómo Diego Forlán (que ahora podría ser compañero suyo en el Barcelona) le "levantaba" el "pichichi" de la Liga 2004-2005 en el último momento, y eso no podía repetirse otra vez. En "El Tirachinas" del miércoles pasado, con la Champions y el trofeo al futbolista más importante de la final recién salidos del horno, José Antonio Abellán le preguntó si jugaría el intrascendente partido contra el Athletic Club de Bilbao. En principio tenía decidido no hacerlo, pero cuando Eto'o titubeó todos tuvimos muy claro que acudiría al estadio de San Mamés. Conviene recordar que Camerún no estará en el Mundial de Alemania, de ahí que el goleador del campeón de Europa haya querido apurar hasta el último segundo de esta inolvidable temporada.
David Villa ha mantenido hasta el final un interesantísimo (e inesperado) duelo con el camerunés por conocer quién sería al final el 007 de la Liga. El goleador del Valencia tuvo una racha increíble de la que ojalá pueda aprovecharse ahora nuestra selección nacional. Me parece que Villa es uno de los fijos para Luis, entre otras cosas porque es el único "hombre-gol" que ha querido llevarse a Alemania. Aunque el duelo con Eto'o resulte un poco engañoso. El nuevo pichichi ha marcado 26 goles, (21 con los pies, 4 con la cabeza y 1 de penalti) mientras que Villa ha marcado 25 (15 con los pies, 4 con la cabeza y 6 de penalti). Alfredo di Stéfano decía que "antes, cuando marcábamos un penal, le pedíamos perdón al arquero". Es indudablemente meritorio lo que ha hecho Villa en esta Liga, entre otras cosas porque el caudal ofensivo que puede garantizarle el Valencia no es el mismo que Eto'o tiene asegurado en el Barça. Pero me parece que es justo que Samuel sea pichichi en solitario, aunque uno haya nacido muy lejos, en Nkon, y el otro sea natural de Langreo.
Aún sigo sorprendido por cómo ha sabido manejar Frank Rijkaard ese vestuario. El día que el Barcelona se proclamó campeón de Liga dije que sólo vislumbraba un nubarrón en el horizonte, y ése era precisamente Samuel Eto'o. Tengo la impresión de que al camerunés le parece poco el pichichi y, aunque todos los futbolistas profesionales repiten machaconamente eso de que lo importante es el éxito del equipo, el jugador es egoísta por naturaleza. Ronaldinho sólo tiene un "rival" deportivo y mediático en ese vestuario, y ése no es otro que Eto'o. Y, al contrario, el camerunés es consciente de que en Barcelona (la ciudad y el club) sólo le hace sombra el brasileño. No creo que Eto'o se conforme con el título honorífico de máximo goleador de la Liga española; me parece que quiere el pack que incluye también el Balón de Oro y el FIFA World Player. Será francamente interesante observar cómo reparte juego Frank Rijkaard en el futuro.
