Hombre, Orinoco, ¿cómo se atreve a hablar de Lummis? Ese era un chalao, o, si no lo era oficialmente hasta ahora, alguno de los de la reforma que por aquí pululan, lo va a declarar loco de atar. Ojo, que digo alguno de los de la reforma que por aquí pululan, que es una parte mínima del conjunto de los de la reforma, y cuyo sentido de la justicia no se ajusta exactamente al que parece que impera en el campo de la reforma, según nos lo explica el propio César Vidal y según lo entendía Lummis.
Fíjense ustedes en lo que puede leerse en esta web ( http://novilis.es/?p=1099 ), que son palabras el tal Lummis:
”Porque creo que todo joven norteamericano ama la justicia y admira el heroísmo tanto como yo, me he decidido a escribir este libro. La razón de que no hayamos hecho justicia a los exploradores españoles es sencillamente porque hemos sido mal informados. Su historia no tiene paralelo y sin embargo nuestros libros de texto no han reconocido la verdad, si bien ahora ya no se atreven a discutirla. [...] En este país de hombres libres y valientes, el prejuicio de raza, la más supina de todas las ignorancias humanas, debe desaparecer. [...] Los hechos que levanta a la humanidad no provienen de una sola raza. [...] Amamos la valentía, y la exploración de las Américas por los españoles fue la más grande, la más larga y la más maravillosa serie de valientes proezas que registra la historia. En mi juventud no le era posible a un muchacho anglosajón aprender esa verdad y aún hoy es sumamente difícil, dado que sea posible. Convencido de que es inútil la tarea de buscar, en uno o en todos los libros de texto ingleses, un relato exacto de los héroes españoles del Nuevo Mundo, me propuse que ningún otro joven americano amante del heroísmo y la justicia tuviese necesidad de andar a tientas en la oscuridad como a mi me ha sucedido [...]”
¡De locos! ¿Cómo se atreve a decir el Lummis "Amamos la valentía, y la exploración de las Américas por los españoles fue la más grande, la más larga y la más maravillosa serie de valientes proezas que registra la historia"? ¿No habíamos quedado en que no valemos, no hemos valido nunca y nunca valdremos nada? Hay gente pa to y este Lummis tendría que estar encerrado en un frenopático, como los llama Federico.
Saludos.
"Pero es que lo que hay no tiene mejora, y esto ni se quiere ver, ni interesa que se vea ni se quiere hablar de ello". Dice Vrb.
Pues nada, a dormir la siesta, a ver un buen partido de futbol, o lo que le guste a cada cual, a tomar todas las cervezas que se puedan, mientras dure el dinero, y así sucesivamente. ¿Para qué nos vamos a meter en líos con lo bien que se está tumbado a la bartola?
Y entonces vienen unos con el asunto de que toda la culpa la tiene el hecho de que España no se adhiriese a la Reforma. A los que replico que, si todo da igual, para qué cambiar, si ni haciéndonos protestantes vamos a poder salir del pozo.
Nada, nada, a ver la tele, a bailar sevillanas con aire de Santander, o muñeiras con estilo murciano, y a vivir que son dos días y que los alemanes, que trabajan porque no saben hacer otra cosa, nos paguen la fiesta. Ya lo decía D. Federico, el Nietzsche, que a él lo que le gustaba de verdad era España por lo bien que se vivía.
Saludos.
Ya es triste odiar a tu patria como César y sus palmeros, sobre todo porque son españoles, lo van a seguir siendo y sus compatriotas no tenemos la menor intención de pasarnos a su secta como si estuviéramos majaras. Quicir que vamos a seguir haciendo procesiones y romerías y al que le pique ya sabe.
El cúmulo de disparates escritos por Vidal le han desprestigiado totalmente. ¡Pero cómo se pueda hablar de sectas y de favoritismos en los países católicos en contraposición a los protestantes! Pero si es en los países "reformados" donde se ahormaron dinastías que manejaron todos los asuntos y la riqueza del país y así hasta la fecha ¿O qué son los Lord británicos? ¿Y en EEUU? Pero si allí la voluntad "popular" se maneja a golpe de talonario y de chantajes de los lobbys, bien relacionados siempre con las dinastías cercanas al poder. Pero si allí hay escaños en el senado ocupados por miembros de una misma familia desde generaciones. Por no hablar de las sectas "discretas" de las que han surgido casi todos los presidentes.
Esta serie de disparates que lleva recetándonos Vidal desde hace meses parece escrita por su peor enemigo.
Por cierto D. César, la próxima vez que vaya a firmar libros deje a Federico en casa, a ver cómo es entonces la cola.
Para eck:
Espero que siga escribiendo en los comentarios sus críticas, es todo un ejemplo de erudición y un modelo de cómo hay que conducirse ante las provocaciones y los insultos. Con su ejemplo de sabiduría y moralidad ha superado a todos los faltones que pululan por los comentarios a los artículos de César Vidal.
Ánimos y siga así, es un gusto leerle.
Ajoyagua (me llamo Amparo Huertas Campos y estoy harta de que me digan en mi entorno que firmo con pseudónimo porque no me atrevo a decir lo que digo en público, pues ahí está, de ahora en adelante que se refieran a mí con mi nombre o con mi nick, me es indiferente)
Parece que la presencia de Moa, eck lo es, y algún perrito faldero, Profeseu es de los buenos, un bizcocho, que se ha traído ha avivado el debate apartándolo un poco de la matraca religiosa y hasta achantado a Men Lui. Pero sigo pensando que el debate es otro: España, Franco, el Rey, Monarquía, República, Iglesia si se quiere, vale, Universidad, Sindicatos, Partidos, ¿Democracia?. Todo el mundo está muy contento dando ideas para mejorar lo que hay. Pero es que lo que hay no tiene mejora, y esto ni se quiere ver, ni interesa que se vea ni se quiere hablar de ello.
Este artículo resulta tragicómico. Cómico por comprobar que hay protestantes que se permiten el lujo de poner las palabras "contrarreforma", "catolicismo" y "secta" en una misma frase. Trágico por comprobar cómo César Vidal, historiador pretendidamente prestigioso, cae tan bajo como para no sólo seguir manipulando la realidad sino hacer alusiones personales de carácter despectivo a quien no le baila el agua; y por comprobar como gente sencilla y anónima como el usuario "eck" le pone fácilmente en su sitio.
Los comntarios de eck, TONIGACA y LuisFdo representan tan bien lo que pienso que no lo voy a repetir. Sólo añado la recomendación de un libro:
"Los exploradores españoles del Siglo XVI"
del protestante Charles F. Lummis
A ver si de una vez D. César nos deja de marear con la "nefasta herencia en hispanoamérica de la contrrareforma"
Los comentarios de "eck" son para enmarcarlos, o por lo menos para guardarlos. Qué precisión y visión de conjunto, cuánta verdad tan poco dicha y qué capacidad de elaborada síntesis.
Y todo gracias al inacabable desparrame de César Vidal que a nadie importa ni termina de leer, pero que suscita genios como nuestro gran "eck". O felix culpa!
Hacía tiempo que no entraba aquí, a D.G..
Impresentable
El trienio liberal (1820-3) fue hecho y gobernado por las logias (no entro si bien o mal) como muestran las memorias de Alcala-Galiano, Galdós (el grande oriente) y Toreno. La anarquía (y crimenes, no reconocidos por los liberales, ver Vinuesa y otros, parecidos a los de Tigrekan) que produjo fue tal que hartó a la población. Fernando VII suscita unanimidad: todos le odian. Los carlistas (pese a autores de esta carta no eran absolutistas: pidieron que gobernara conjuntamente con las cortes, sujección a la ley y los fueros como limitación del poder regio de acuerdo con la tradición hispanica: hay que leer integramente el manifiesto de los persas, no la introducción) le montaron una sublevación el 1827, los agraviats, contra su depotismo. La historia es mas compleja de lo que parece y buenos y malos absolutos no hay o casi. Lo q no se puede hacer es con topicos y anedoctas elevadas a categorias.
Luterico
Resulta irónico que piense usted lo que piensa y se pogna ese pseudónimo, ¿no le parece? :)
Totalmente de acuerdo con su observación, estimado amigo. Entre todos me están ahorrando la molestia de escribir contestando a las majaderías de César y sus satélites, lo cual es de agradecer porque cada vez es más estomagante. Lo digo con sincera pena.