–Por el PSOE, Susana, que tardó sus diez años
en sacarse Derecho, y que al fin lo sacó.
Muy astuta en traiciones, maniobras y apaños.
–¿Vas a votar a esta? –¡Desde luego que no!
–Por el PP, Bonilla, que es translúcido y plano.
Tuneador de currículos. Muy versado en trepar.
Señalado en su día por el dedo mariano.
–¿Vas a votar a este? –¿A Bonilla? ¡Ni hablar!
–Por el PCE (que ahora se llama Izquierda Unida)
se presenta Maíllo, profesor de Latín.
Al menos es persona levemente leída.
–¿Pero vas a votarlo? –¡Ni hablar del peluquín!
–Por Podemos, Teresa Rodríguez, una joven
cuyas frases, inanes, me provocan rubor.
Antes que ella, prefiero que los otros me roben.
–¿No la votas? –¡Qué dices! ¡Por favor, por favor!...
–Por los de Albert Rivera se presenta un sujeto
que gobierna en Sanlúcar con el PSOE: Marín.
También fue andalucista. ¡Qué historial más completo!
–¿Votarás a este tipo? –Pues no me hace tilín.
–Por los de Rosa Díez, UPyD, se presenta
un señor anodino: don Martín de la Herrán.
¡Son las horas más bajas del partido magenta!
–¿Y lo votas? –No puedo: me espantó Gorriarán.
–Y por Vox va Serrano, que es exjuez desde un juicio
que le hicieron los progres del Joder Judicial.
En la brega política no le veo yo oficio.
–¿Y a quién votas? –Veremos qué decido al final…