Menú
Pablo Planas

Si Puigdemont hubiera convocado elecciones

Hay violencia y más que va a haber según un individuo que trabaja para TV3 y augura muertos porque la república sólo será posible a "sangre y fuego".

Como los nacionalistas catalanes nunca se equivocan, toda la culpa es del Estado, de los medios no nacionalistas, de Ciudadanos y el PP, del Gobierno y del juez Pablo Llarena. El relato separatista no sólo oculta los delitos concretos que se imputan a sus dirigentes, sino que aún pone más celo en que no se hable de la causa primera de sus actuales desgracias, que es aquella chulería de proclamar la república en vez de convocar elecciones. Si Puigdemont se hubiera mantenido en su primera intención, la de anunciar comicios, ahora mismo no habría ni cárcel, ni "exilio" y ni siquiera 155. Aquellos gritos de Marta Rovira, las resbaladizas dobleces de Oriol Junqueras, los reproches del tándem Rull&Turull, el trino de Rufián contra Puigdemont por traidor con esa gracia de las 155 monedas de plata (bien chaval, ahí estuviste fino filipino), aquellos alcalditos que amenazaron con dimitir por Twitter. Todo eso y más indujo a Puigdemont a abusar de su suerte por primera vez. A los Jordis ya los habían metido en la cárcel por lo del asedio a la comitiva judicial en el registro a la consejería de Junqueras, de Jové el de la libreta y del feminista Salvadó. Fue dos semanas después del 1-O, la huelga general y el asedio a las pensiones de los policías y guardias civiles. ¿Quién sabe dónde estarían ahora Jordi Sànchez y Jordi Cuixart si no hubiera pasado nada de todo eso, incluida la declaración de la república de los ocho segundos cinco días antes de su ingreso en prisión?

Sea como fuere, pero con los Jordis ya en la cárcel, ni Puigdemont ni Junqueras se cortaron ni un poquito en sus bravatas y desafíos al Estado, al Supremo, a la Corona y a la madre que los parió. Y en la "hora grave", esa cosa que no se le cae de la boca al indignado Torrent (que también estaba en el golpe), uno del PDeCAT por otro de ERC, espoleados por las Martas Dinamitas, la de los dedos rotos y la señora Rovira, jaleados por la monja Caram, los obispos catalanes, doña Rahola y las mozas de la CUP, declararon inaugurada la república de la nada por incomparecencia de los Mossos per la Independència. En esas, los comités de defensa del referéndum pasaron a llamarse comités de defensa de la república, los CDR que han actualizado el significado nacionalista del concepto "pacífico". Que no hubo ni hay violencia sostienen compungidos por la "brutalidad" del Estado, mientras convocan al pueblo a quemar neumáticos en las carreteras y asaltar las sedes del Gobierno en las provincias que han declarado insurrectas. ¿Violencia, dicen? Y marcan el chalet del juez Llarena en la Cerdaña igual que marcaron el apartamento de alquiler del juez Ramírez Sunyer en la Costa Brava o la casa en la montaña de la exfiscal de Barcelona Ana Magaldi cuando el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña juzgaba a Mas por el 9-N. ¿Acaso se puede inferir la posibilidad de una hipotética violencia en los seguimientos a políticos, periodistas y particulares por parte de los Mossos durante los años del proceso?

Hubo y hay violencia y han localizado y señalado a la esposa de Llarena. Hay violencia y más que va a haber según un individuo que trabaja para TV3 y augura muertos porque dice que la república sólo será posible a "sangre y fuego". Había violencia y de la buena cuando Puigdemont incitó a sus bases a que miraran a los ojos de los alcaldes socialistas que se negaban a facilitar locales para poner sus urnas del odio supremacista. Hay tanta violencia en el separatismo que los líderes de reemplazo de los encarcelados la ejercen contra los suyos al no tiener empacho en presumir de que persistirán en el golpe mientras sus antecesores sufren las consecuencias de tantas y tantas "jugadas maestras" del tipo república o república, president Turull, concentración ante el consulado alemán en Barcelona o la última, Puigdemont "investment reload". Ay que pena de presos y "exiliados". "Ni un pas enrere, els carrers seran sempre nostres, no defallirem, alçats seguim, visca la república". ¿Y si Puigdemont hubiera convocado elecciones? ¿Qué sabe nadie? Lo mismo sería presidente de la Generalidad. Pero la culpa, siempre, de los otros. Viene a colación la foto en la que se pasaba por el forro las notificaciones del Constitucional. En el pie decía que había recibido la quinta notificación del TC y que no dejaría de "seguir adelante". Un fenómeno. Y aún así estaría de vinos por Gerona como "president" si no hubiera hecho caso a Marta Rovira, Oriol Junqueras y Gabriel Rufián, entre otros muchos genios, y convocado elecciones.

Temas

En España

    0
    comentarios