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EDITORIAL

El cinismo de Sánchez: soltar violadores antes que tensionar la coalición

Cuando los socialistas estaban a tiempo de evitar las gravísimas consecuencias del sólo sí es sí prefirieron alinearse con sus socios comunistas.

La hipocresía del PSOE a cuenta de la basurienta ley sueltavioladores, impulsada por su socio de coalición, ha provocado que finalmente acepte su modificación de urgencia, pero no para proteger a las víctimas de violaciones y abusos sexuales, sino para paliar el destrozo que está causando en sus ya maltrechas expectativas de voto. De hecho, las graves consecuencias de la aplicación de esta norma sectaria ya no pueden ser reparadas, puesto que la reforma socialista no podrá aplicarse a los más de 400 violadores, agresores sexuales y pederastas que han sido excarcelados o visto reducidas sus condenas. Tan solo evitará que sigan saliendo a la calle a partir del nuevo texto cuya entrada en vigor está prevista para el mes de marzo, dos meses antes de las elecciones autonómicas y municipales.

Los socialistas no desconocían las consecuencias de esta ley sectaria impulsada por el sector podemita del Ejecutivo. Como ha reconocido recientemente Carmen Calvo, entonces vicepresidenta del Gobierno, ella y los ministros del PSOE sabían perfectamente que la ley del solo sí es sí iba a beneficiar a los violadores y pederastas condenados, que verían reducidas las sentencias tras su entrada en vigor. Así lo defendieron en las discusiones del Consejo de Ministros, aunque finalmente aceptaron el articulado infame pergeñado por el equipo de Irene Montero para no dañar las relaciones con su socio de Gobierno, aunque ello haya provocado un daño irreparable en las víctimas de los delincuentes sexuales beneficiados y excarcelados.

A Irene Montero hay que reconocerle la sinceridad en su defensa de una ley catastrófica, que ha machacado moralmente a las víctimas de los centenares de agresores sexuales beneficiados por ella. Los podemitas creen que su engendro legislativo es técnicamente perfecto y atribuyen el desastre de su aplicación a una conspiración de jueces fascistas. Mucho más grave es lo de Sánchez y sus ministros que, advertidos de las gravísimas consecuencias de esta norma sectaria, salieron a la palestra durante meses en defensa de la ley, conscientes del daño que iba a provocar en las víctimas ante el escándalo de toda la sociedad.

Lo que pretende Sánchez ahora, impulsando a toda prisa esta reforma legislativa, es atribuir a Podemos la entera responsabilidad de la ley del solo sí es sí. Sin embargo, cuando los socialistas estaban a tiempo de evitar las gravísimas consecuencias derivadas de su aplicación prefirieron alinearse con sus socios comunistas. Ahora que el daño es ya irreparable tratan de montar esta campaña de imagen, lo que refleja perfectamente las prioridades de Sánchez y el PSOE, que no pusieron en riesgo la coalición con los podemitas para impedir que salieran violadores a la calle, pero lo hacen ahora para evitar un mayor descalabro electoral.

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