
Ya sea como chiste de humor negro o como frase pronunciada o inspirada por Goebbels, la famosa disyuntiva entre los judíos y los ciclistas resume bien la espiral antisemita en la que estamos sumidos casi 90 años después de la Noche de los Cristales Rotos (Kristall Nacht). La culpa de todos los males de Alemania es de los judíos y los ciclistas. ¿Por qué de los ciclistas?, reaccionaba el propio Hitler ante la propuesta de su ministro, o el carcelero ante el preso judío en el caso del chiste negro.
Sea cual sea el origen de la frase, mientras se busca una respuesta se da por sentado que los judíos deben de tener algo de culpa aunque lo lógico sería responder de inmediato a la extrañeza de la primera pregunta con otra: ¿Y por qué de los judíos?
Aprovechando a los ciclistas es inevitable traer el recurso a la vergüenza criminal protagonizada por el Gobierno español. Al final, parece que el único problema es que han boicoteado la Vuelta ciclista a España. Que Pedro Sánchez es lo peor porque no hay derecho a mezclar política con deporte, que a este paso ya no podremos celebrar un mundial de fútbol y que hemos dado una mala imagen hacia el exterior. Y qué bien la UCI, que ha defendido a los ciclistas.
Además, la que han liado cuando sólo uno de los participantes del equipo de Israel era judío… Han perjudicado al deporte y a los ciclistas, y ahora hasta podemos quedarnos sin participar en Eurovisión como vayan los israelíes. Pues que protesten en otro sitio… por el maldito genocidio de Gaza.
O sea que Sánchez es malo porque se aprovecha de todo para que no hablemos de lo suyo y lo de su esposa, pero lo del genocidio no se discute. Los hay hasta que se creen muy punkies porque se atreven a alegrarse de que no haya Eurovisión y hasta dicen que nunca les había gustado esa horterada. Pero la culpa de los judíos sigue intacta y nos quedamos merodeando el problema como polillas en el farol, estorbando.
Y esa culpa indiscutible, nada menos que por genocidio, la cargamos sobre los que lo sufrieron, llámenlo Holocausto, Sohá o como se quiera denominar a la industrialización de la muerte de judíos en campos de exterminio nazis. De exterminio.
La llamada Solución Final cubrió Europa de humo procedente de los crematorios cuando las fosas se convirtieron ya en un problema. La forma de asesinar varió hasta conseguir la eficiencia industrial. Gas Zyklon B, un pesticida que contiene cianuro; el monóxido de carbono de los tubos de escape de camiones conectados a habitaciones herméticas, disparos juntando cráneos para comprobar la potencia de las Lugher. Y el hambre y el agotamiento y los ensayos médicos…
Los judíos eran el problema que había que erradicar sin contemplaciones y por el intolerable hecho de ser judíos, sin más. Cuanto antes y en el mayor número posible, cercano a la totalidad.
Está todo perfectamente documentado. En Auschwitz, de Leon Poliakov, se puede acceder a un resumen tan certero, breve y necesario como insoportable. Pero hay centros de documentación, bibliotecas específicas, películas, documentales y material de todo tipo en todas partes. El que no acceda es porque no quiere. Al final de este artículo van algunas sugerencias.
Que en Gaza muere gente nadie puede negarlo. Tampoco requiere discusión que no son ni mucho menos los que nos cuelan desde los telediarios hasta la ONU, cuya relatora Francesca Albanese acaba de multiplicar por más de diez las cifras ya falsas de Hamás. Y que, aun así, podrían morir muchísimos menos si Hamas no los expusiera como escudos humanos de propaganda, también está fuera de toda duda porque hay pruebas.
Da lo mismo 60.000, en caso de que así fuera, que 600.000. Y con un cero más ya nos acercaríamos al Holocausto. Lo que hace un cero a la derecha y el desprecio a la verdad en favor de una "causa" que nunca ha perseguido el bienestar de pueblo alguno.
Hamás es el peor enemigo de cualquier ser humano, también de los que viven en Gaza.
Gritos antes del silencio
Hay un hecho, nítido e indiscutible, que ya nadie quiere recordar con detalle. Entre el 7 y el 9 de octubre de 2023 y tras una lluvia de miles de cohetes que, además de matar, sirvieron de distracción, Hamás —que es Irán con 100 millones de dólares al año y apoyo militar que se suma al libanés de Hezbolá y al refugio catarí— asesinó a 1.200 personas (en dos días) de las más variadas formas y tomó 251 rehenes. El objetivo era matar y que lo viera el mundo entero. Hacer sufrir, torturar, quebrar huesos, violar, decapitar, raptar y que quedara criminal constancia documental.
Entre el 7 y el 9 de octubre de 2023 se celebró la cacería en la frontera con la franja de Gaza, al sur de Israel. Cayeron en sus casas, en la calle, en el kibutz y en el festival Nova de música electrónica al aire libre.
Los terroristas se grabaron, como si aquello fuera un videojuego bélico, antes, durante y después de los asesinatos: en moto, en coche y hasta en parapente, con la cámara montada en el fusil para que el espectador sintiera la muerte sin poder evitarla. Muchos jóvenes pasaron de bailar al alba a caer desangrados o, en casos peores, torturados y exhibidos en la parte trasera de una pickup todavía con el corazón latiendo pero sin nada en su sitio, casi sin forma humana. Y risas, burlas, ojos desorbitados. Allahu Akbar. Alá es el Mayor, el Más Grande.
Y Gritos antes del silencio. El silencio de los muertos y el que en breve olvidará para siempre sus gritos. Ya ha sucedido.
Los israelíes no se llevan a sus hijos pequeños a luchar. Y las mujeres que empuñan la armas, que son muchas, lo hacen por convencimiento y con una formación militar de élite en las IDF. Los israelíes no disparan cohetes desde azoteas de escuelas infantiles u hospitales con el marchamo de la ONU y sus múltiples siglas. Ni montan arsenales o practican túneles bajo edificios presuntamente humanitarios. Que lo hace Hamás está más que demostrado.
Israel lleva décadas alertando a la población civil horas antes de cualquier incursión armada. Empezaron lanzando octavillas y siguieron con correos electrónicos y mensajes masivos. Saben perfectamente hacer llegar un mensaje a una población como la de la Franja de Gaza. Tienen tecnología y eficientes servicios —que en octubre del 23 fallaron en su contra— de información e inteligencia. Pero ¡ay de quien haga caso de los avisos!
Protestar sin riesgo
Un político no puede pedir "boicotear" un acto público legal. La línea roja entre boicot, sabotaje y terrorismo adelgaza según el momento y no es lo mismo chillar con un megáfono para interrumpir un discurso que lanzar tachuelas y cristales por el suelo para herir a personas.
Pues Pablo Fernández Santos, procurador en las Cortes de Castilla y León y portavoz de Unidas Podemos en la región lo hizo. Pidió "boicotear" la vuelta ciclista España, sin más, sin límites. Debería investigarse como delito.
Una eurodiputada no tiene derecho a manifestarse con escolta y provocar a la Policía. Las imágenes de las algaradas alentadas por el Gobierno Sánchez son una vergüenza repleta de cobardes que apoyan a las peores teocracias y viven de ellas. Como los marqueses de Galapagar y Garibaldi con el Irán de Hispan TV que obligó a Beatriz Talegón a taparse el escote en un plató.
O como la que reservó una planta completa para parir en el Cedars Sinaí de Los Ángeles y ahora anuncia las líneas aéreas cataríes o dubaitíes sin reparar en las ablaciones de clítoris, las lapidaciones o la impureza de la mujer, peligrosa al contacto y más si está menstruando. Eso sí que es volar, dice Penélope, duchándose en un pedazo de Boeing y con la prohibición expresa, quizá no para ella, de comer Jamón-Jamón.
¿En Emiratos no se vive tan mal? Eso decía Xavi Hernández, el indepe que tanto ha cobrado de la selección opresora de fútbol. Quizá sería mejor preguntar a alguna mujer que viva allí y necesite el permiso de su marido para trabajar o se enfrente a una condena por delito de adulterio, exclusivo de mujeres, por supuesto. O a un homosexual, que no sólo se les persigue en Irán, también en los horteras Emiratos.
Todo ello, sin olvidar que Qatar es el refugio político y bancario de Hamás por muy alto que vuele o mucho fútbol que quiera quedarse a chorro de petróleo y sin entender ni papa.
Shalom, Begoña
"Hay un genocidio y la derecha hablando de putas", se quejan. Pues igual que hay claros indicios de financiación ilegal de un partido y una corrupción estructural en el Gobierno y en la familia del presidente… y el PSOE se agarra a Gaza y al terrorismo callejero. Mejor ser antisemita que corrupto y corruptor. Pues nos esmeraremos para que este presidente no pierda ninguna de sus condiciones.
Pedro Sánchez está tratando de llevar al último rincón del mundo una imagen de líder que sería incompatible con la de un peligroso mindundi corrupto. Hasta ha fichado al patrón, que ya se ve también en peligro, José Luis Rodríguez Zapatero.
Pero la agenda no le acompaña: implorar clemencia a un prófugo (Puigdemont) que ya había empezado a negociar con el que ahora está preso en Soto del Real (Santos Cerdán); reclamar que se hable la lengua de sus socios por obligación y en todas partes, incluidas instituciones europeas o reconocer un estado palestino que existe, dice, junto al genocida Israel.
El canciller alemán, Friedrich Merz, se lo dijo a la cara en su visita a La Moncloa: "Alemania está con Israel" y, por si quedaban dudas, "no se plantea el reconocimiento de un Estado Palestino" que, en todo caso, sería "uno de los últimos pasos en el camino a una solución". Y de las lenguas de sus socios… optó por la inteligencia artificial.
El humo de artificio en el que se envuelve Pedro Sánchez no va a servir, al menos en esta casa, para confundirnos de camino. También hay nieblas en las saunas fundacionales de este Gobierno que se disiparán con la debida información. La esposa y el hermano del presidente, el fiscal general, los ministros, asesores y fontaneros no podrán ocultarse por más que ardan las calles con causas falsas.
Pero además, defenderemos sin problema las que pretenden usar como señuelo.
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Documentación inexcusable
Sobre los ataques del 7 de octubre:
- Contenedor de temas relativos al 7-O publicados en Libertad Digital.
- Cronología del 7-O elaborada por Jerusalem Post.
- Viaje al epicentro del Terror, vídeo de Carmelo Jordá:
Sobre el Holocausto:
- Centro Mundial de Conmemoración de la Shoá.
- United States Holocaust Memorial Museum.
- Museo de Auschwitz.
- Biblioteca del Holocausto del Centro Territorial de Innovación y Formación Madrid-Sur.
Sobre antisemitismo e Israel:
- Observatorio Antisemitismo.
- Informe anual de antisemitismo de la Universidad de Tel Aviv. 2024.
- Centro Internacional Vidal Sassoon para el Estudio del Antisemitismo.
- El estado del antisemitismo en América en 2024.
- Informe de la ADL (Anti-Defamation League) sobre incidentes antisemitas en 2024.
- Israel para españoles. Jacob Israel Sannanes. Fundación FAES.
Libros:
Además del ya referido Auswichtz, de Leon Poliakov, hay una enorme cantidad de títulos que pueden consultarse sobre la temática de Israel, el Holocausto o el antisemitismo. Aportamos una breve lista y prometemos ampliarla.
Alejando Baer. Antisemitismo: El eterno retorno de la cuestión judía. Catarata, 2025

Michel Wieviorka. El antisemitismo explicado a los jóvenes. Libros del Zorzal, 2023.

Deborah E. Lipstadt. Antisemitismo: aquí y ahora. Nagrela, 2023.

Delphine Horvilleur. Reflexiones sobre la cuestión antisemita. Libros del Zorzal, 2022.

Alejo Schapire. El secuestro de Occidente. Libros del Zorzal, 2024

Ceciclia Denot. El canario en la mina: Mitos modernos (y no tanto) sobre Israel y los judíos. Libros del Zorzal, 2023.

Rosa Toran. Los campos de concentración nazis. Palabras contra el olvido. Península, Barcelona, 2005.

Trudi Birger. Ante el fuego. Una memoria del Holocausto. Aguilar, Madrid, 2000.

Laurence Rees. El Holocausto. Las voces de las víctimas y los verdugos. Planeta, 2017. Editado para Círculo de Lectores. (Título de la edición original: The Holocaust. A New History.)

Stéphane Bruchfeld y Paul A. Levine. De esto contaréis a vuestros hijos… Un libro sobre el Holocausto en Europa, 1933-1945. Natur och Kultur. Historia Viva/Levande Historia. El libro es de difusión gratuita y puede consultarse aquí.

VV.AA. En defensa de Israel. Libros Certeza, Zaragoza, 2004.

Shlomo Ben Ami y Zvi Medin. Historia del Estado de Israel. Rialp, Madrid, 1981.

Pierre-André Taguieff. La nueva judeofobia. Israel y los judíos: desinformación y antisemitismo. Gedisa, Barcelona, 2009.

Mitchell G. Bard. Mitos y realidades de Israel. Existe versión gratuita.

Ben-Dror Yemini. La industria de las mentiras. Deusto, 2024.

Algunos informes, documentos o libros están en inglés. Hoy en día basta una tecla (o una IA no contaminada) para acceder a una traducción razonable. Seguro que será mejor que la ignorancia.




