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Cayetano González

Borja Sémper y los presos de ETA

¿Alguien duda de que el partido de Urkullu y Ortuzar va a poner encima de la mesa la exigencia del acercamiento de los presos de ETA al País Vasco? ¿Y qué hará entonces Rajoy?

Está el PP vasco en una situación como para permitirse el lujo de que su portavoz –y presidente guipuzcoano–, Borja Sémper, diga que la actual política penitenciaria en relación a los presos de ETA "se puede adecuar a la realidad del momento", aunque añadiera, como para rebajar la gravedad de su aseveración, que habría que hacerlo "sin prisa" y con "decisiones reflexionadas".

¿A qué momento se refiere Sémper"? ¿Al del abyecto comunicado de la banda terrorista del pasado jueves, en el que pedía perdón sólo a las víctimas que no tuvieron "una participación directa" en lo que ella llama el "conflicto", pero no a las que considera que sí estaban implicadas en el mismo: guardias civiles, policías nacionales, militares, ertzainas, periodistas, jueces, concejales y cargos públicos de UCD, AP, PP, PSOE y UPN? ¿Cómo se puede ser tan torpe, tan frívolo, tan superficial, como para plantear esta cuestión tras la deposición de la banda terrorista?

Es lo que les faltaba a Rajoy y al PP: seguir ahondando en la brecha que abrieron hace años con la sociedad española y con una buena parte de las víctimas del terrorismo a raíz, por ejemplo, de la liberación de Bolinaga, el torturador-secuestrador de Ortega Lara, o con la inacción del Gobierno a la hora de evitar que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos derogara la denominada Doctrina Parot, que tuvo por consecuencia la puesta en libertad de bastantes etarras y violadores en serie.

Por eso no es suficiente que Pablo Casado o Alfonso Alonso se queden en desautorizar las declaraciones de Sémper, o que éste, ante el follón que ha montado internamente con sus declaraciones, quiera matizar lo que dijo, como ha hecho este lunes en Es la Tarde de Dieter. Hay que recordar que este Sémper que ahora dice esto respecto a los presos de ETA fue el mismo que hace un tiempo manifestó que "el futuro de Euskadi habrá que construirlo con Bildu" y el mismo que no tuvo ningún reparo en hacerse una foto en la Plaza de la Constitución de San Sebastián con el entonces diputado general de Guipúzcoa y miembro de Bildu Martín Garitano. Alguien que se equivoca tanto y de forma tan persistente en una cuestión tan esencial no puede ser el que ocupe el puesto que en su día ocupó Gregorio Ordoñez ni puede ser el portavoz oficial de los populares vascos, a no ser que estos quieran pasar, en las próximas elecciones autonómicas, de partido irrelevante a prácticamente extraparlamentario.

La cuestión de fondo es qué piensan en el Gobierno y en la Moncloa. En 2011 Rajoy heredó, porque él lo quiso, el proceso de negociación política que Zapatero había llevado a cabo con ETA, convirtiéndose de esa manera en un actor más del mismo, al que también se sumó en su momento el PNV, que sabe aprovechar todas las circunstancias, todas las debilidades de quien gobierna en España, para sacar el mayor rédito político. Ya lo dijo Arzalluz en su día: "Madrid es un zoco, donde todo se compra y todo se vende".

Si Rajoy necesita a corto plazo los votos del PNV para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado, ¿alguien duda de que el partido de Urkullu y Ortuzar va a poner encima de la mesa la exigencia del acercamiento de los presos de ETA al País Vasco? ¿Y qué hará entonces Rajoy? ¿Cambiará principios y valores por votos en el Congreso? Para cuando ese momento llegue, que llegará, no estaría de más que el presidente del Gobierno tuviera en cuenta lo que dijo hace tres meses una dirigente de las Nuevas Generaciones del País Vasco, Beatriz Álvarez Fanjul, cuando, en un acto del PP en Galicia, le preguntaron qué creía que les diría hoy Gregorio Ordoñez:

Nos diría que no tuviéramos complejos. Políticos como Goyo no quedan, ninguno, ni en el País Vasco ni en España… Goyo no era políticamente correcto, levantaba muchas ampollas, pero decía grandes verdades. Iba a ser alcalde de San Sebastián. ¿Y cómo está el PP en San Sebastián ahora? Porque también hay que hacer un poco de autocrítica… Igual es que entonces teníamos un mensaje claro, unas ideas claras; igual es que teníamos determinación, unos objetivos, unos principios que muchas veces hemos dejado de lado. Y eso es lo que creo que Goyo nos diría: vuelve al inicio, vuelve a tus principios, convence, ilusiona, influye en la sociedad vasca.

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