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Federico Jiménez Losantos

¿Y con quién quiere el PSOE federar a España?

¿Y para qué problema es solución el federalismo icetoso, cebrianita o sanchecillo? Para el separatismo catalán, dicen.

¿Y para qué problema es solución el federalismo icetoso, cebrianita o sanchecillo? Para el separatismo catalán, dicen.
Pedro Sánchez y Miquel Iceta, junto a Carme Chacón, este sábado en el Congreso del PSC | EFE

Pocas ceremonias más esperpénticas que la del bautismo de Iceta como regente o tieta del socialismo catalán. Para empezar, Iceta no ha sido elegido, ya que no había entre quién elegir; y esa no sería novedad salvo en un partido que ha hecho de las primarias su estandarte y un modelo –no despreciable- para elegir líderes. El gran liante del PSC ha sido elegido a la visigoda, por eliminación del resto, pero como Wamba, rapado o castrado para dirigir el partido. Su cometido es el de guardar el sitio al que deberá capitanear el PSC en las próximas elecciones, que, según ha prometido, no será él. En rigor, sólo por renunciar anticipadamente al trono lo han hecho regente.

Pero en España, con la excepción de Cisneros, que por ser clérigo y virtuoso ni heredaba ni tenía herederos, la regencia ha sido tarea maternal, entre el puerperio y la mayoría de edad de la criatura, que en los últimos siglos ha venido al mundo con la constitución en el chupete de Isabel II y Alfonso III. Lo malo de ser reina regente es que pintaba poco, porque debía ser a su vez regentada o regenteada por los que velaban por esa continuidad constitucional, fueran espadones liberales o turnistas de Cánovas y Sagasta. Y no veo yo a Iceta haciendo de Cristina de Habsburgo, "Doña Virtudes".

Tampoco lo veo como la inofensiva "tieta", aquella tía solterona que cantaba Serrat: "La despertará el vent / d´un colp als finestrons / es tan llarg y ample el llit / i tan freds els llençols". No creo que a Iceta lo despierte el viento en las ventanas, ni que sienta el lecho muy largo y muy ancho, ni frías las sábanas. Para eso salió del armario y se casó con un tío, que algún calor dará. En cuanto a la herencia, no serán los "vint durets / per obrir una llibreta". Éste viene a por la Caixa, aunque sea la de Catalunya, la Caixa B. Y en cuanto al Partido, como no se espabile el sucesor, dese por sucedido.

Pero si sorprendente era ver a la tieta o Joan Baptista recibiendo las aguas bautismales de una criatura política aún por nacer, más chocantes eran los padrinos, porque el maduro bebé era apadrinado por el joven Pedro Sánchez, a su vez amadrinado por la jóvena Susana Díaz, responsable del padrino y del bebé. Como remate, Pere Navarro, Padre Putativo de la criatura fue presentado por el recién bautizado Iceta. ¿Cabe más confusión?

Un precedente: el referéndum contra la OTAN pero a favor

Naturalmente que sí. Con los socialistas, siempre cabe y hay un precedente lo demuestra: el referéndum sobre la OTAN de 1986. Todo empezó cuando el PSOE estaba en la oposición a UCD, se celebraba el juicio sobre la asonada militar del 23-F y el Parlamento, en parte para atemperar la inquietud militar, votó por mayoría absoluta la entrada de España en la OTAN. El PSOE, con Javier Solana de jefe de Prensa, promovió un tumultuoso movimiento "contra la guerra", con manifestaciones callejeras multitudinarias, y prometió que si llegaba al Gobierno convocaría un referéndum para sacar a España de la OTAN.

En realidad, esa salida la habían pactado González, Guerra y Boyer en el mismísimo Moscú; hay unas fotos inolvidables de los líderes sociatas con gorros siberianos que prueban esa traición no sólo a España sino a todo Occidente, que en el segundo año de Ronald Reagan empezaba a revertir el arrollador avance soviético en todo el mundo y que tenía al gobierno socialdemócrata alemán de Helmut Schmidt como su mayor aliado político y militar en el despliegue de misiles Pershing frente a los SS-20 soviéticos. Lo pasmoso es que habían sido los socialistas alemanes y los servicios secretos norteamericanos los que a través de la CIA, la AFL-CIO, los sindicatos y la fundación Flick del SPD financiaron directamente la reinvención del PSOE de 1977, centrada en el rostro del cara González, para frenar a los comunistas, que rondaban el poder en Italia y que en el 74 estuvieron a punto de quedarse con Portugal y añadieron Angola, Guinea y Mozambique al imperio soviético de África. ¡Y así se lo pagaba González!

Pero había más en esa traición de campanillas y cascabeles, que supuso una campaña dizque pacifista, en realidad ferozmente anti-occidental, al mejor estilo soviético pero con los socialistas legitimando el triunfo del Gulag. A cambio de la promesa socialista del referéndum para privar a la OTAN de su nuevo aliado estratégico, la URSS se comprometió a promover, y lo hizo a través de su embajada en Madrid, la escisión del ala más pro-soviética del PCE, la de Ignacio Gallego, dejando al PSOE sin rival electoral a su izquierda. El Partido -no había otro frente al franquismo- sencillamente desapareció. En 1982 el PCE sacó dos escaños frente a los 202 del PSOE.

Pero una vez instalados en el Poder, quedaba la promesa -que, tal vez por miedo físico a la venganza soviética, González no se atrevía a anular- del referéndum. Y en un alarde de egoísmo vanidoso decidió efectivamente celebrarlo pero para lo contrario que estaba anunciado. En vez de confesar su error y convocar elecciones –donde sin duda le habría sido perdonado-, el PSOE promovió un referéndum para quedarse en la Alianza Atlántica –que ya no era la OTAN, ya no era la guerra- pero, anunciaron, "fuera de la estructura militar". Teniendo en cuenta que la OTAN era una estructura militar, la campaña para convencer a la gente de que votara lo contrario de lo anunciado pero como si votara lo mismo alcanzó un nivel de confusión delirante y se convirtió en un plebiscito a favor o en contra de González. Ganó tramposamente y se quedó tres legislaturas más. El jefe de Prensa de la campaña "OTAN, de entrada, no", Javier Solana, acabó presidiendo la OTAN. Y González acabó siendo un puntal de la corrupción occidental.

¿Y para qué sirve el federalismo?

Algo parecido sucederá con ese federalismo que en el bautizo de Iceta han anunciado el querube catalán, el padrino Sánchez y la hipermadrina Díaz. Con una campaña de manipulación idéntica a la del referéndum de la OTAN, no en balde la hacen los mismos: El País y La Vanguardia, los socialistas pretenden imponer a toda España un Estado federal, que en Cataluña se presenta como "Tercera Vía". Por cierto, que así se llamaba la "vía al socialismo" de los países supuestamente No Alineados aunque lo estaban con la URSS: Cuba, la India, Egipto, Libia, Argelia, Yugoslavia).

El problema hace treinta años y ahora es el mismo. Crear un problema por simple conveniencia de partido e imponerlo a todos los españoles para que lo resuelvan, naturalmente en beneficio de los liantes. En 1986, para meter a España en la OTAN, donde ya estaba, había que sacarla y volverla a meter. Ahora, para imponer el federalismo en España, primero hay que destruirla, privarla de su soberanía nacional, anular el Estado de las Autonomías, dividirla entre el Estado catalán y quién sabe cuántos Estados más para después volverla a unir, o no, o sí, o tal vez, o vaya usted a saber. "¡Es la única solución!", proclaman el PSOE y PRISA, el medio favorito de Rajoy, como justificación del lío en que quieren embarcarnos.

¿Y para qué problema es solución el federalismo icetoso, cebrianita o sanchecillo? Para el separatismo catalán, dicen. ¿Pero hay algún separatista que vaya a dejar de serlo, y de actuar en consecuencia, si en España hay un Estado Federal? No conozco a ninguno. Nadie lo conoce. Todo es hablar de la "tercera vía", de la "presión empresarial", del "Rey como interlocutor" y demás premisas del advenimiento de este federalismo que, a diferencia de todos los regímenes federales, partiría de la proclamación de desigualdad de Cataluña, blindando ¡sus competencias, es decir, poniéndola al margen de la Ley. A partir de ese Estado Rémora, se iría diseñando el cachalote, que tendría algo de ballena, no poco de tiburón, algo de pez martillo y bastante de pez espada. Mayormente por el sablazo que supondría costear el invento. ¿Y todo esto por qué? Sencillamente, porque los socialistas no saben qué hacer. Y antes que aclararse, prefieren confundirnos a todos.

Yo sólo pido una cosa: que el PRISOE me aclare con quién debe federarse España, que es mi nación y, salvo en las zonas hurtadas a la ley por los separatistas, mi Estado, porción significativa de la Unión Europea. Me niego a ser aragonés, riojano, manchego del norte o madrileño, adscripciones que por distintas razones podrían endilgarme.. Soy poco, pero español. "¡Yo sé quién soy!", decía Don Quijote. Pero era y es opinión muy extendida que el pobre había perdido la cabeza.

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