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TIEMPO LIBRE

A ritmo de palada

La primera noticia del piragüismo deportivo no aparece hasta 1864, cuando el escocés John McGregor cruzó los ríos de Gran Bretaña a bordo de una embarcación cuyos medios de propulsión eran la pala y la vela.

La primera noticia del piragüismo deportivo no aparece hasta 1864, cuando el escocés John McGregor cruzó los ríos de Gran Bretaña a bordo de una embarcación cuyos medios de propulsión eran la pala y la vela.
La popularización de este deporte es un hecho. Muchas empresas de turismo activo ofrecen cursos de iniciación en el piragüismo. Es importante conocer el nivel de dificultad de los ríos antes de intentar recorrerlos. Las canoas y los kayaks son los dos tipos de embarcaciones utilizadas para los descensos. Los tripulantes de la primera navegan sentados, de cara a la dirección de la marcha y ayudándose con un remo de dos hojas, mientras que en la canoa canadiense el tripulante navega de rodillas y se impulsa con un remo sencillo, con el que boga a uno y otro lado de la canoa.
 
 
NATURALTUR (San Juan, s/n. Sebulcor, Segovia. 921 521 727)
 
El Duratón se ha convertido en un río famoso no sólo por los cañones que atraviesa, sino por sus condiciones ideales para iniciarse en el piragüismo.
 
Naturaltur recibe a sus clientes en su hotel, la Posada del Duratón, donde se imparte un pequeño cursillo a los novatos, se reparte el material (piragua, pala y salvavidas)... y comienza el descenso.
 
Hay toda clase de recorridos. El completo dura cerca de seis horas, aunque no hay tiempo de aburrirse, ya que los recios escarpes en las calizas de este cañón fluvial se elevan más de 100 metros por encima de los piragüistas, que con ojos atentos y la ayuda de un guía pueden observar las maravillas naturales del Parque Natural.
 
Aquí se encuentra la mejor población de buitres leonados de toda Europa, que pueden verse sobrevolando el río.
 
 
DEVATUR (La Estación, s/n. Unquera, Cantabria. 942 717 033)
 
El descenso en canoa del Cares-Deva en el tramo Panes-Unquera no presenta mayor dificultad y está recomendado para toda clase de participantes, incluso para los primerizos. Los 12 kilómetros que comprende son navegables durante todo el año, y el paisaje es de espectacular belleza.
 
Los pequeños rápidos hacen disfrutar al navegante, que aprovechará en los remansos para disfrutar del maravilloso entorno.
 
Devatur ofrece además un recorrido más sencillo, dirigido a escolares de 10 a 13 años, de sólo 7 kilómetros y que comprende el tramo del Deva desde Buelles hasta Unquera, y otro (por el Cares y de 11 kilómetros), para expertos
 
 
ARREPIONS  (Av. de la Concordia, 31. Tui, Pontevedra. 986 607 063)
 
El río Miño, en los 65 kilómetros que separan Barcela y La Guardia, nos ofrece una gran variedad de recorridos, que pueden seguirse con instructor, en solitario o en grupo.
 
Entre Barcela y As Neves, un recorrido de 6 km. de clase II, podremos disfrutar de las aguas bravas. Los monitores nos explicarán cómo y por dónde pasar los rápidos, y en todo momento estarán preparados para ayudar a los que tengan algún problema.
 
Los 59 kilómetros de aguas tranquilas entre As Neves y La Guardia ofrecen la posibilidad de elegir combinaciones variadas para programar un recorrido a medida de los gustos y posibilidades físicas de los navegantes. Tendremos la posibilidad de ver, desde una perspectiva nada habitual, pueblos como Monçao, Salvatierra, Lapela, Tui, Valença do Minho, Vilanova de Cerveira, Caminha y La Guardia.
 
 
AVENTURAS TURÍSTICAS ALANA (Plaza del Rubión, s/n. Blanca, Murcia. 670 060 923)
 
El increíble entorno del río Segura, fértil y rodeado de bosque de ribera y caña, ha propiciado el crecimiento del turismo de aventura en la zona. Aventuras Turísticas Alana organiza actividades de senderismo y agroturismo, aparte de cursillos de iniciación al piragüismo, paseos náuticos y descensos.
 
La oferta comprende paseos turísticos en piragua por el Segura desde Cieza hasta Blanca, desde Ojós hasta Archena y paseos náuticos en el embalse de Blanca.
 
El recorrido es en general por aguas tranquilas; sólo en el que se realiza desde Cieza hasta Blanca hay un tramo de 50 metros con aguas bravas, pero que no supone dificultad alguna para los participantes. Los excursionistas suelen ir acompañados por un monitor y un coche de apoyo.
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