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Guillermo Dupuy

Gracias no sólo al PNV

"Pincha y, si notas blando, sigue profundizando” es la más acertada descripción del 'modus operandi' de toda formación nacionalista

El Gobierno de Rajoy ya puede comprobar, por si aún le quedaba alguna duda, para qué le ha servido conceder al Gobierno nacionalista vasco el cálculo del cupo más privilegiado y escandaloso con el que ilusamente creía poder comprar el apoyo del PNV a los Presupuestos de Montoro. Pues para que los nacionalistas vascos, una vez cobrada la mordida, no sólo se nieguen a respaldar las cuentas del Estado, sino que se animen a rescatar un plan Ibarretxe con una reforma del Estatuto de Guernica que declare al Pais Vasco "sujeto político" con un "derecho a decidir" con "una fuerza superior a la legalidad vigente".

Por enésima vez se comprueba que la famosa máxima que algunos atribuyen a Lenin: "Pincha y, si notas blando, sigue profundizando", es la más acertada descripción del modus operandi de toda formación nacionalista. Ya en los tiempos de la elaboración de la Constitución los nacionalistas vascos hicieron la misma jugada: primero plantearon sus exigencias –entre ellas, su privilegiado régimen foral– y una vez plasmadas en el texto constitucional, le negaron su apoyo promoviendo la abstención en el referéndum del 78.

Desde entonces lo que también está sobradamente acreditada es la imbecilidad de una buena parte de nuestra clase política, que, desoyendo la máxima –en este caso, de Julián Marías– de "No se debe tratar de contentar al que no se va a contentar" aún tiene las tragaderas de plantearse una reforma constitucional que no sea la destinada a erradicar todas y cada una de las contraproducentes concesiones que en nuestra Carta Magna se hicieron a los nacionalistas vascos y a los catalanes.

En cualquier caso, algo de positivo tiene que el Gobierno de Rajoy haya concedido a los nacionalistas vascos el cupo más bochornoso y opaco que se recuerda. Y es que Ciudadanos, de forma tan oportunista como oportuna, haya pasado por fin a defender la erradicación de ese privilegiado sistema de financiación autonómica que, constitucionalmente, tienen asignados el País Vasco y Navarra.

Con todo, esta golondrina no hace verano. Y sigo pensando, al igual que hace cinco o seis años, que personas como Rajoy al frente del Gobierno "garantizan la continuidad del desafío secesionista" tanto como "imposibilitan la regeneración del PP Vasco".

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