El Apocalipsis se avecina en la capital de España: el 24 de mayo, familias rotas, camareros que perderán de vista a sus más fieles clientes, compañeros de trabajo que no se volverán a dirigir la palabra... Esto es lo que va a traer esa final Real Madrid- Atlético de Madrid en la Champions.
Tras dos intentos por volver a vivir una final entre equipos españoles, ni Barcelona ni Real Madrid lo consiguieron. En esta edición, tras la final del 2000 en París, que enfrentó precisamente al Madrid y al Valencia, volveremos a ver una final entre españoles. Pero, claro, con un ingrediente extra: los dos equipos serán de la misma ciudad. Lo nunca visto en la máxima competición del fútbol continental. Por tirar de tópicos: la madre de todas las batallas. Oxford contra Cambridge, Lakers contra Celtics y ahora Real Madrid- Atlético en la final de la mítica Copa de Europa.
Simeone y su "partido a partido" han llegado a lo más alto de la escalera: rozan con los dedos el título liguero y están en la final de la Champions. Simeone ya está viviendo su temporada perfecta. Pero enfrente el Atleti se va a encontrar a un Madrid que ha recorrido un camino difícil de superar en Europa, por cifras y por sensaciones, todo ello tras eliminar a los dos últimos finalistas.
En la memoria blanca, la final de Copa del Bernabéu del año pasado; en la retina, las semifinales de Copa de este año, cuando pasaron por encima del conjunto rojiblanco. Tanto Simeone como Ancelotti saben lo que es ganar al contrario, pero la experiencia del italiano en este tipo de encuentros es un factor a tener en cuenta. Simeone se estrena como entrenador en una final de Champions.
Miles de madrileños se desplazarán a Lisboa el próximo 24 de mayo. La Plaza del Comercio parecerá la Plaza Mayor y Belém será Colón. El Madrid más futbolístico se citará en Lisboa para dirimir quién reina en Europa. La Cibeles o Neptuno sabrán acoger a los suyos.