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Los alimentos que más se encarecieron en octubre fueron el aceite de girasol –un 9 por ciento–  y la leche esterilizada –un 8 por ciento–, aunque también destacaron las subidas de los tomates –un 6 por ciento–, la harina de trigo –un 4,6 por ciento–  y los huevos –con un 4 por ciento–. En el último año, el alimento que más se encareció fue la cebolla –que acumula una subida del 22 por ciento– mientras que la leche esterilizada se disparó un 18,3 por ciento.

La competitividad exterior de la economía española, calculada según la inflación, empeoró un 0,3 por ciento interanual respecto a la UE en el tercer trimestre del año, según el Índice de Tendencia de Competitividad elaborado por el Ministerio de Industria. También empeoró la competitividad respecto a los países de la OCDE. Además, la productividad española sigue avanzando a tasas inferiores al 1 por ciento anual, lejos de la media de la UE y sólo por encima de Italia y Portugal, según el último informe de la CE.

El estallido de la crisis hipotecaria en EEUU y la vertiginosa caída de la cotización del dólar en los mercados de divisas han disparado los precios del oro –tradicional valor refugio en tiempos de crisis– que se encuentran actualmente en máximos desde 1980. En este contexto, el Banco de España vendió casi un tercio de sus reservas de oro y el vicepresidente y ministro de Economía, Pedro Solbes, justificó esta decisión afirmando que el dorado metal ya no es un activo rentable. Desde que Solbes hizo esa afirmación, el precio del oro ha subido notablemente y un informe de Citigroup augura que la onza podría superar los 1.000 dólares. Los expertos afirman que, al margen de su valor como refugio, el oro es una inversión cada vez más rentable.

La economía española creció el 3,7 por ciento en el tercer trimestre –tres décimas menos que en el segundo–, periodo en el que se siguió moderando la demanda interna y el sector exterior disminuyó su aportación negativa al crecimiento, según los cálculos del Banco de España. La entidad advierte de la "desaceleración" registrada en la mayor parte de los indicadores y la moderación en el consumo de los hogares, que ante la crisis financiera son ahora más propensos al ahorro.

El presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Gerardo Díaz Ferrán, ha augurado una "desaceleración" de la economía española para 2008, aunque ha indicado que el mundo empresarial es "optimista". No obstante, considera muy difícil que crezcamos conforme a la previsión del Ejecutivo -en torno al 3,3 por ciento-. Díaz Ferrán ha achacado esa desaceleración al sector de la vivienda y ha pedido a las administraciones mayores incentivos para la industria o el turismo.

El vicepresidente económico vuelve a distanciarse de la visión triunfalista de Zapatero y sus ministros. Si el lunes, Solbes reconocía que el Ejecutivo podría reducir su previsión de crecimiento para 2008, este martes ha admitido que el fuerte repunte de la inflación -9 décimas hasta el 3,6 por ciento en octubre- le ha cogido desprevenido. Ha reconocido que no lo esperaba y lo ha calificado como "un mal dato, sin paliativos". También ha dado su opinión sobre el anuncio de Zapatero de subir el Salario Mínimo Interprofesional hasta 800 euros en la próxima legislatura. "Si afecta al empleo", dice Solbes, "haremos un mal negocio".

La Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) ha negado que haya habido acuerdos para subir los precios de determinados productos y ha asegurado que la situación actual de la inflación no es coyuntural, sino estructural, por lo que alertó de que "no estamos ante un chaparrón, sino ante un aviso de tsunami", y reclamó a la Unión Europea medidas urgentes.

La inflación interanual aumentó nueve décimas en octubre hasta el 3,6 por ciento, según el indicador adelantado difundido por el Instituto Nacional de Estadística (INE). El Gobierno ya había advertido de que los precios de consumo subirían en los próximos meses y hasta final de año por el efecto base del petróleo. Esta espectacular subida, desconocida en el último año, ha roto al alza las previsiones de los analistas, que lo achacan al encarecimiento del crudo, pero también al de los alimentos. Según el PP, se trata de un mal dato que "ataca directamente al bolsillo de los españoles".

Tras los numerosos informes que rebajan la previsión de crecimiento para España por debajo del 3 por ciento -entre los que destaca Morgan Stanley o el FMI- Pedro Solbes ha reconocido que esta previsión corre "riesgo a la baja", y se plantea la posibilidad de reducirla hasta el 3 por ciento. Según el ministro, el crecimiento de la economía española en 2008 "se situará más bien en el crecimiento potencial" del país, "que es del 3 por ciento", aunque ha precisado que no será hasta diciembre cuando revise la previsión oficial. No obstante, ha dicho que el debate no debe estar "en torno a una décima más o menos".