
La meta es San Telmo. Y el punto de partida, la campaña electoral, que empieza de manera oficial a las 00:00 de este jueves para los candidatos en liza. Sin embargo, las encuestas dibujan una casilla de salida bien distinta para cada formación política. A día de hoy hasta el CIS de Tezanos apunta a que el Partido Popular de Juanma Moreno se llevará el podio con una victoria abrumadora.
Pero los días que restan hasta el domingo 19 son cruciales para consolidar el cambio en Andalucía en torno a la "marca Juanma", que el PP-A prioriza por encima de sus siglas y que ya integra a un Ciudadanos en vías de extinción. Vox sigue en auge y podría ser determinante, el PSOE no termina de levantar cabeza y las coaliciones de extrema izquierda adolecen la división y las innumerables guerras internas. Pero, ¿se materializarán las tendencias que marcan los sondeos en la noche del 19-J?
La estrategia de campaña
Quedan exactamente diecisiete días para que se abran los colegios electorales. Y hasta entonces puede pasar de todo. Así lo refleja el último barómetro de opinión publicado por el CENTRA, centro de estudios andaluces, que desvela que un 33,4% de los seis millones y medio de electores todavía no han decidido su voto. La mayoría de ese porcentaje confiesa que no será hasta la segunda semana de campaña cuando lo hagan.
Por ello la estrategia, cimentada en una combinación de imagen y discurso, es clave. Para el equipo ganador la prioridad es llegar hasta el final con el perfil construido en torno al presidente y candidato a la reelección intacto. El PP-A proyecta a un líder moderado, buen gestor, andalucista y desideologizado; su aspiración es clara: que el total de diputados populares, por primera vez en la historia, sea superior a la suma de todas las izquierdas en el Parlamento Andaluz. Entonces se ve gobernando en solitario.
Un giro sociológico en Andalucía
Fuentes populares sostienen a Libertad Digital que, gracias a la gestión del "gobierno del cambio" en los tres años y medio de legislatura, observan un giro sociológico importante en una región que siempre ha estado en manos del PSOE. No obstante, también son conscientes de que el objetivo de una victoria como la de Ayuso en Madrid es difícil de conseguir, pero ni mucho menos imposible.
En privado hay quienes reconocen que "llegar a 50 escaños es una hipótesis poco realista". Los sondeos internos, más bien, les otorgan una horquilla de 45-47 diputados. La mayoría absoluta, fijada en 55 de 109 escaños, directamente la descartan. Pero los populares mantienen la esperanza de construir una mayoría suficiente en torno a un centro político ensanchado a izquierda y derecha. Sobre las propuestas, van a priorizar la economía. "Andalucía es tierra moderada, y potenciar los servicios públicos bajando impuestos no es normal", nos recuerdan desde el equipo de campaña del PP.
Juanma Moreno no quiere a Macarena Olona en su próximo Ejecutivo. Al menos, así de rotundo se muestra ahora. No habrá un matiz, presumiblemente, hasta que se conozca el resultado electoral. Vox, mientras tanto, afronta la campaña como un partido más en la oposición, pese a facilitar el gobierno PP-CS en enero de 2019 y apoyar dos presupuestos. Precisamente los desmarques de Moreno, que se ha situado "en las antípodas" de la formación de Santiago Abascal, servirán para construir el relato de que la única alternativa para llevar a cabo un cambio real en Andalucía es Macarena Olona.
La estrategia de Vox
Pese a los intentos de la izquierda de desarticular la carrera de la candidata de Vox con una retahíla de presuntos escándalos sobre su empadronamiento en la localidad granadina de Salobreña, el partido sigue creciendo en las encuestas. En algunas provincias, como Almería, ya se sitúan por delante del PSOE y en empate con el PP.
Tirando de un catálogo de artilugios de limpieza y jardinería, la candidata ha insistido en sus últimas comparecencias en que, si los resultados se lo permiten, entrará en San Telmo "con una motosierra, una escoba o tijeras de podar". Todo para dejar claro que su desembarco supondrá un antes y un después en el modus operandi andaluz, marcado por el enchufismo y por una administración mastodóntica que, denuncia Vox, "han mantenido PP y Ciudadanos".
Aspira Vox a contabilizar todos los votos de derechas, pero también los del mundo rural o de barrios obreros, donde la inmigración ilegal supone un problema de seguridad. Su campaña electoral, a pie de calle, será la más multitudinaria. Y, a diferencia de otras formaciones, hablarán de propuestas muy concretas: acabar con las subvenciones a sindicatos y empresarios, eliminar la administración paralela, rebajar los impuestos, luchar contra la inmigración o defender el mundo rural, sus tradiciones y el valor ambiental de sectores como la caza.
Olona, reclamo para la izquierda
La posibilidad real de que Macarena Olona se convierta en vicepresidenta de Andalucía será, precisamente, el eje de campaña del resto de partidos. Ciudadanos, que no ha rentabilizado la entrada en el gobierno andaluz, espera ahora salvar los muebles con el mensaje de que el único líder de centro y capaz de dar continuidad a la agenda reformista desplegada por la Junta es Juan Marín. Los naranjas se juegan su supervivencia en estas elecciones, con un 3% de los votos podrían entrar en la cámara autonómica, y el PP confía en que obtengan alguna representación para no depender de Vox.
A la izquierda, el candidato del PSOE, Juan Espadas, sabe que la movilización lo es todo. Usará hasta el último cartucho disponible para sembrar el miedo por las consecuencias de un hipotético gobierno con Vox con proclamas como que "dejará de haber igualdad entre hombres y mujeres" si la temida "ultraderecha" tiene capacidad de decisión. Espadas, en esta situación inédita para los socialistas —que acuden a una cita con las urnas en Andalucía desde la oposición—, espera disputar a Moreno el voto útil, convencido en que el "efecto Olona" se convertirá en una ventaja para la izquierda y los indecisos se quedarán en su feudo.
El problema es que son tres las opciones políticas que hay a la izquierda de Espadas: la coalición de Adelante Andalucía, liderada por Teresa Rodríguez; Por Andalucía, encabezado por Inmaculada Nieto; y Andaluces Levantaos, representado por Modesto González que, a diferencia de las otras dos candidaturas, no tendrá espacio en los debates electorales. Con tres caras pidiendo el voto para el andaluz de izquierdas y que llegan tras haber protagonizado los enfrentamientos más sonados, se presupone imposible una suma como las de antaño.
Los primeros actos de campaña
Con estos mimbres, la campaña electoral empezará con los candidatos repartidos por las distintas provincias andaluzas. El popular Juanma Moreno, como adelantó este periódico, estará primero en Málaga y luego en Sevilla, donde asistirá a la pegada de carteles. Juan Espadas, candidato socialista, protagonizará un mitin en una ciudad socialista: Jaén; el líder de Ciudadanos, Juan Marín, participará primero en un acto en Jerez y después estará en Sevilla.
Macarena Olona irrumpirá a media noche en la campaña desde Granada, y mañana volverá con Santiago Abascal al banco del sevillano barrio de los Remedios donde el presidente de Vox empezó con el proyecto político en Andalucía en 2015 con un megáfono. Por último, las coaliciones de extrema izquierda se reparten entre Algeciras, con Inmaculada Nieto, y Jerez, donde estará Teresa Rodríguez.






