Hace siete años, en la campaña de las elecciones andaluzas de 2015, Santiago Abascal se subió a un banco de Sevilla situado en el número 54 de la calle Asunción, con un megáfono en la mano, para defender las propuestas de Vox. Absolutamente nadie se paró a escucharle. De aquel acto fallido quedó una imagen que se ha convertido en todo un símbolo para el partido.
Al acto apenas asistió una docena de miembros de Vox que arropó a su presidente para hacer más llevadera la soledad que le acompañó los primeros años de vida del partido. Lo que en ese momento fue motivo de mofa en redes sociales, con memes en los que se veía la bola rodante del Oeste, se ha convertido en un auténtico icono para sus integrantes y simpatizantes.
"Fue una travesía muy dura por el desierto", recuerda Javier Cortés, uno de los pocos que estuvo junto a Abascal en aquel banco, hoy cabeza de lista de Vox por Sevilla. La diputada nacional Reyes Romero o la portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Sevilla, Cristina Peláez, también le acompañaban. "Nadie nos hacía caso y los medios de comunicación nos silenciaban mientras daban todo el protagonismo a Podemos", relata Cortés a Libertad Digital.
La estigmatización de Vox
El candidato explica que el acto de inicio de campaña de este año, que se celebrará exactamente en el mismo lugar, será especialmente emotivo para Vox. Esta vez esperan "reventar" la calle con la asistencia de miles de andaluces, lo que les permitirá echar la vista atrás para comprobar cómo han crecido estos años, pasando de sacar menos votos que el Pacma a estar en disposición de gobernar Andalucía.
"Algunos de los que estuvimos con Abascal en aquél banco fuimos después estigmatizados en nuestros centros de trabajo, pero a pesar de ello decidimos quedarnos para defender a España", explica recordando que todavía hoy continúa el señalamiento.
Una imagen que vale oro
El autor de la instantánea fue Eusebio Pérez, actual jefe de prensa de Vox en Sevilla. De ese día recuerda que el mensaje de Abascal era exactamente el mismo que ahora: defensa de la unidad de España, reducción del gasto político y la administración pública o lucha contra la inmigración ilegal.
Pérez se enorgullece de haber acertado con su pronóstico aquél día, cuando pensó que la imagen, a pesar de la soledad y la desesperanza que podía generar, "acabaría valiendo su peso en oro diez años después". "Al final han sido menos, sólo siete", declara a este periódico con ironía, muy emocionado por regresar al mismo lugar en el que comenzó todo.
Cuatro años después de que Abascal se subiera a ese banco, Vox logró sus primeros 12 diputados en Andalucía. Un éxito que le abrió las puertas de las instituciones y le impulsó a nivel nacional. El próximo 19 de junio se enfrentarán de nuevo a las urnas, por tercera vez, convencidos de poder duplicar resultado.
La comparativa siete años después
Santiago Abascal acudirá a la misma calle pero acompañado esta vez por su candidata, Macarena Olona, además de decenas de cargos de Vox y cientos de simpatizantes que abarrotarán la zona en torno a las 20:30 de la tarde, cuando dará comienzo el primer mitin de Vox en esta campaña.
El partido espera que el acto se convierta en masivo para resarcirse de aquella imagen de soledad que les acompañó los primeros años. Hoy suman 52 diputados, han entrado por primera vez en un gobierno autonómico como el de Castilla y León y están en disposición de repetir hazaña en Andalucía.