
La primera aparición de Esther Doña después de su ruptura con el juez Pedraz, como era de esperar, la expectación estaba servida. La viuda del marqués del Griñón se confesó -como se pudo ver en toda España- en el programa de Sonsoles Ónega en Antena 3 en el que colaboro. El encuentro lo viví en primera persona.
Tengo que decir que desde el primer momento en que apareció todo el equipo estuvo volcado con ella. Su trato fue impecable, y me llamó la atención, a pesar de las múltiples veces que he coincidido con ella, lo guapa que está.
Esther llevaba un traje de chaqueta con una minifalda que solo ella se podría permitir. Se le nota muy delgada pero su aspecto es estupendo. Llegó acompañada de una persona de su confianza y de Chloé, su fiel perrita, que no pasó desapercibida y se iba con todo el mundo que le hacía carantoñas.

Esther llegó dispuesta a sincerarse con Sonsoles y así lo demostró al dar la versión de su ruptura con el magistrado. "Todavía estoy esperando que me de una explicación, porque todavía no sé los motivos". Ese fue uno de los primeros "zascas" seguido de "nuestro matrimonio hubiera sido un fracaso. No tengo nada que ver con este señor".
A Esther la vi en todo momento muy tranquila en el rato que estuve hablando con ella antes y después de su intervención. Tiene muy claro que ha pasado página y no volvería con Pedraz bajo ningún concepto.
Su encuentro con Mar Flores, una de las pocas invitadas que asistió a su boda con el desaparecido marqués de Griñón, fue muy cariñoso. Coincidimos en maquillaje y fui testigo del gran abrazo y beso que se dieron. De momento no quiere ni oír hablar de novios, pero tiempo al tiempo...
Todavía hay muchos interrogantes en esta historia que, espero, vaya desvelando a lo largo de sus intervenciones en el programa, ya que es el nuevo fichaje de Y ahora Sonsoles. Haciendo alarde de su evidente dulzura, Esther afronta una nueva etapa. Es evidente que va a por todas y no sería de extrañar que la viésemos sentada en la tertulia del corazón.