Cruzar la puerta del restaurante Sinsombrero es trasladarte a los felices años 20, con una elegante decoración de la mano del estudio de interiorismo Cousin con terciopelos, maderas y sombreros, que dejan en sus paredes un halo de historia. No en vano el nombre alude a aquellas mujeres que se quitaron el sombrero como acto de protesta.
Pero aquí no hemos venido a protestar sino a disfrutar y de eso se encarga el chef Antonio Madrigal, el director de orquesta en los fogones.
Un amplio local con distintos ambientes en el que te sientes como en casa, perfectamente atendido por el equipo de sala y con las ganas de probar una propuesta gastronómica ubicada a los pies de la Plaza de Colón -Paseo de la Castellana, 4-.
Con una carta pensada principalmente para compartir, el tartar de atún rojo con tomate aliñado, aguacate, hierbas y chips de plátano es un plato con un gran sabor en el que destaca la materia prima empleada y la poca elaboración del mismo para no entorpecer el aroma de cada ingrediente. El crujiente del plátano le da un toque especial. La ensaladilla rusa con ventresca de bonito es otro clásico que gusta probar. En Sinsombrero está muy lograda.
Agustín Morcillo y Pedro Baladín son los que han ideado este concepto gastronómico con guiños a los años 20 pero modernizado. De hecho las recetas tienen sabor a tradición pero con un sutil toque vanguardista que las hace más apetecibles. Como el ceviche mediterráneo con pulpo, emulsión de oliva gondal y tomates secos. El pulpo está pasado por las brasas primero para darle ese sabor inconfundible.
Muy buenas están también las rabas con mayonesa de lima. Y como todo en esta casa es de calidad, el steak tartar de solomillo ibérico es de Juan Pedro Domecq 100% bellota y lo acompañan con yema de huevo, hongos, hierbas de monte y tostas crujientes.
También hay arroces, pescados y carnes. Y destaco especialmente el rabo de vaca al vino tinto guisado muy despacio con tortillas y cebolla roja porque está espectacular. El chef lo presenta entero, cosa que impresiona, y el camarero lo desmiga para que lo comas como quieras. Tienes la opción de servírtelo en el plato y comerlo solo o acompañarlo a modo de taco mexicano completando las tortillas con la cebolla, la salsa y las hierbas que acompañan al rabo. Sorprender desde la sencillez no es fácil, pero con este plato se coronan.
El concepto de calidad que proponen en Sinsombreto se completa con una cuidada bodega y deliciosos postres caseros como la torrija de brioche con helado de almendra.
Otro de los espacios destacados del restaurante es su barra semicircular, perfecta para el aperitivo o para un merecido afterwork, para disfrutar de la carta o de la coctelería. Además, Sinsombrero cuenta con DJ en directo para que las cenas acaben de madrugada.
Un restaurante perfecto para comidas familiares, de pareja, de amigos o reuniones de trabajo, a un precio muy competitivo ya que su ticket medio está en los 40€.
Más artículos y sugerencias en mi Instagram.
