La Marita es un gastrobar con una decoración con toque industrial, mesas con mantel y servilletas de tela, que se aleja de las modas pero que cuenta con un servicio y una cocina muy buena en la que se cuida el producto de calidad para que el comensal disfrute de todo su sabor. Los tres socios de este restaurante Ignacio Casares, Mario Agúndez y Mara Verdasco, quien da el nombre a La Marita, se propusieron hace tres años aportar su grano de arena a una gastronomía madrileña que está en una forma envidiable.
Ubicado en el número 87 de la calle de Ayala, más próximo a la plaza de Manuel Becerra que a la calle Serrano, cuenta con una amplia terraza con sus setas de calor para el invierno y nada más entrar te topas con la barra donde puedes picar algo y detrás de ella el comedor. Tiene una amplia carta en la que destaca el buen hacer con la parrilla gracias a su encargado Fabián Mazquiaran, natural de Buenos Aires y con una dilatada carrera en los fogones.
La Marita es el sitio perfecto para compartir con amigos o familia y para las típicas comidas de trabajo. Entre la gran variedad de entrantes puedes encontrar anchoas del cantábrico, setas trufadas con huevo poché y parmentier, zamburiñas a la plancha, provoleta a la parrilla, chorizo criollo a la parrilla, torreznos caseros al horno, parrillada de verduras o chipirones a la parrilla. Como veis las brasas están muy presentes en el menú del gastrobar.
Para abrir boca nos sirven un caldo en vaso para entrar en calor y degustar las croquetas caseras de jamón y boletus. Con el paladar preparado para lo que viene, Fabián decide sacarnos unos deliciosos corazones de alcachofa, un producto de temporada que con el toque de la plancha y la sal gorda del himalaya te hace disfrutarlas al máximo.
Acompañados por un buen tinto reserva 2015 Marco Real de Navarra de la bodega Reserva de la Familia, llegan las inconmensurables mollejas de ternera a la parrilla. Hacía tiempo que no comía unas tan ricas y tan bien cocinadas, con su ligero toque ácido que le proporciona unas gotas de limón.
En La Marita también hay lugar para los arroces con verduras o con foie y boletues, y para los pescados: sapito de rape al horno, lomo de atún a la plancha, tartar de atún, lubina a la espalda o taco de bacalao.
Pero esta vez el encargado nos recomienda que probemos un lomo bajo a la parrilla que no defrauda. En perfecto punto, para mí sobre todo que me gusta poco hecho, y con una rica guarnición de patatas fritas y pimientos del piquillo asados.
Para terminar, entre la variedad de postres encontramos el típico panqueque argentino con dulce de leche o una buena tarta de queso.
La Marita es, en definitiva, un buen restaurante donde comer producto de calidad con poca elaboración para que no se pierdan los sabores y con un perfecto conocimiento de la parrilla a un precio muy apropiado de 30-40€ por comensal.
Más artículos y sugerencias en Instagram.