Diez años después de que Barbillón arrancara y mantenga su éxito a las afueras de Madrid con una buena cocina y ambientazo, ha comenzado un ambicioso proyecto en Marbella, concretamente en San Pedro de Alcántara, en la urbanización Guadalmina Baja, calle 3 s/n, a escasos 10 minutos de la milla de oro marbellí.
Para Curro Sánchez del Amo, cofundador de Barbillón, esta apertura supone un hito para el Grupo: "Queremos que el público nacional e internacional de Marbella disfrute del espíritu de nuestra marca y que Barbillón se convierta en un lugar al que poder acudir en cualquier momento del día y sentirte como en casa, con un servicio cálido y agradable y al que siempre te apetezca volver".
Porque Barbillón Marbella nace con el mismo espíritu de su hermano mayor, con una carta pensada para compartir y en la que también podrás saborear los platos míticos que le han dado la fama, además de nuevas incorporaciones que surgen especialmente del producto de cercanía que llega de las lonjas andaluzas.
También cambia que Barbillón Marbella es un beach bar – restaurant de 4.000 metros cuadrados con vistas al mar y tres zonas con diferentes ambientes. El bar restaurante para 350 personas, la playa con zona de hamacas y la piscina con camas. Tanto la zona de playa como la de piscina abren cada día a las 11:00 de la mañana. Por su parte, el bar – restaurant abre cada medio día de forma interrumpida hasta media noche todos los días de la semana.
Producto del mar
Un buen plato que es novedad en la carta marbellí es el lobster roll (26€), un brioche similar al hot dog de sepia al ajillo de Madrid pero relleno de una rica ensaladilla de bogavante. Y como decía que en la carta tienen los platos icónicos del grupo, te recomiendo el el saam de langostino, con langostinos en tempura con vinagreta de miso y mayonesa de kimchi sobre una fresca lechuga iceberg o los niguiri con huevo de codorniz, un niguiri frito de steak tartar y huevo de codorniz. También está muy buena la ensaladilla rusa con ventresca y pimientos asados.
Pero ya que estás en zona de playa, tienes que probar el producto de la zona. Nosotros nos arriesgamos con las coquinas a la sartén (26€) que nos habían asegurado que venían sin arena y por eso nos las ofrecieron pero, por desgracia, no fue así y tenían demasiada a pesar de que se veían de muy buena calidad y tamaño. Lo normal en estos casos es pedir la retirada del plato, probar otra cosa y mientras pasar al siguiente que fueron unas buenas sardinas al espeto (12€).
Mucho mejor es el plato principal que nos presentan y nos emplatan ante nuestros ojos. Una exquisita lubina a la brasa (66€ / kg), acompañada por una salsa y con la posibilidad de añadir guarnición de patatas fritas o asadas, verduras a la brasa o ensalada.
Un enclave idílico
El gran espacio de Barbillón Marbella ha sido creado por el estudio MRGO, con un estilo mediterráneo y muy diáfano, sobre todo la zona del bar – restaurant y pensado justamente para poder disfrutar del mar desde cualquier punto del restaurante. Se han inspirado tanto en el mobiliario como en la decoración en el sur de Europa, con suelo de caliza blanca y grandes ventanales abiertos que permiten ver el paisaje que ofrece la primera línea de playa y con el que los comensales disfrutarán de la esencia de Barbillón con toques mediterráneos.
La carta líquida no es muy extensa pero sí tiene referencias nacionales e internacionales aptas para todos los bolsillos y gustos. Nosotros acompaños toda la cena con un buen vino blanco El Zarzal Godello, DO Bierzo (36€) y de las Bodegas Emilio Moro. También cobra importancia la coctelería, con toques divertidos e innovadores y perfecta para disfrutar en el bar, en la playa o en la piscina además de durante la comida.
En el apartado de postres encontramos dos novedades como la piña a la brasa o el helado cremoso casero que están indicados para 4 personas, así que si sois menos lo mejor es pedir la tarta de queso y chocolate blanco o la buenísima tarta árabe (12€), pero cuidado con la humedad que puede ablandar la masa si te entretienes en comerla.
Barbillón Marbella está llamado a gustar no sólo a los madrileños que pueblan la costa marbellí sino también a los que llegan del resto de España y de todas partes del mundo, gracias a su carta, su ambiente y una ubicación privilegiada, todo con un ticket medio de unos 60€.
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