La pizza es el plato que más se consume en el mundo, por encima de los 5.000 millones al año y en España también es uno de los platos más demandados, ya sea en supermercado, en delivery o en restaurantes y pizzerías. Con datos así entendemos la proloferación de pizzerías por todo el país y también, como no, en Madrid. Una de las últimas aperturas es 400º Pizza del número 3 de la calle de Manuela Malasaña.
Una pizzería que nació hace tres años gracias a la pasión de dos amigos íntimos por este producto. Ricardo Lorenzini y Gustavo Castillo nacieron en Venezuela y vivieron desde pequeños su pasión por las pizzas. Una afición que se consolidó, en el caso de Gustavo, al vivir en EEUU y recorrer la costa este y el centro del país probando diferentes tipos y recetas. A Ricardo, por su parte, le llega el interés por sus abuelos, inmigrantes italianos en Venezuela que cocinaban este plato como el especial de los domingos. De su abuela heredó la salsa de tomate que se sirve en las pizzas rojas de 400º Pizza y que le aporta un gran sabor a las mismas.
La salsa della nonna es uno de los secretos mejor guardados de esta pizzería que lleva tres años de éxíto en la calle de María de Molina y que ha dado el salto a un barrio tan castizo como Malasaña para llevar su producto a todo el que quiera acercarse por un local informal y gamberro con capacidad para más de 40 comensales, el doble que en el primer restaurante.
La carta de 400º Pizza –nombre que recibe por ser la temperatura a la que se hornean las pizzas– es sencilla pero muy apetecible con tres entrantes para compartir, una burrata fresca con rúcula, tomates cherry y trufa y una ensalada de rúcula, nueces, parmesano, crispy bacon y pesto casero. Pero sin duda os recomiendo el provolone gratinado (10,90€) con salsa della nonna, un toque de orégano y perfectamente acompañado por una deliciosa focaccia.
Y el otro secreto, no tan guardado, es la masa de sus pizzas que elaboran a diario con una mezcla propia de tres harinas con base integral y una fermentación de 48 horas que hace que la masa te siente estupendamente en el estómago. Además, prometen una nueva masa con un ingrediente especial de cerveza artesanal Península que también puedes beberlas en la pizzería.
Ricardo y Gustavo abrieron su primera pizzería un mes antes de la pandemia, lo que les sirvió de aprendizaje para subsanar errores, perfeccionar técnicas y ampliar recetas, no en vano ya llevan más de 150, además de adentrarse en el mundo delivery, parte fundamental de la marca.
Pizzas artesanales
Y si con tanta técnica y tantas recetas, te recomiendo que pruebes sus pizzas, de las que puedes elegir entre las nueve opciones con salsa roja, las cuatro de salsa bianca o la pizza del mes Pornchetta (14,50€), que es la que probamos. Una espectacular pizza con salsa della nonna, mozzarella, pesto rústico, gorgonzola y porchetta –carne de cerdo sin huesos, asada a baja temperatura y cortada en finas lonchas–.
La otra pizza que probamos en Makaza (12,50) con salsa bianca, mozzarella fior di latte, taleggio, nueces y miel de ajo. Una muy buena pizza con una combinación de sabores espectacular. También tienes la opción de elaborar tu propia pizza con la gran variedad de ingredientes que te dan a elegir, todos de calidad y traídos de Italia o elaborados por ellos mismos.
Así que damos la bienvenida a esta nueva pizzería en Malasaña, –que puede competir salvando las distancias con otras tan buenas como Fratelli Figurato, Can Pizza o Napoli Gang– en la que encontrarás pizzas contemporáneas, fusión entre italiana y americana –más cercana a la napolitana–, crujiente, fina y con la flexibilidad justo en el centro sin que llegue a mojarse con sus ingredientes, con un ticket medio de 20€ y un menú del día por 13,90€ compuesto por pizza margherita con ingrediente extra y una bebida. Además, puedes encargarlas para recoger y tienen servicio delivery a través de Glovo, Uber y Just Eat.
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