Suárez llevaba madurando la decisión final, a pesar de los riesgos, desde el 28 de febrero. Ese día se plantó en Zarzuela, tras la entrevista que había mantenido el día anterior con Santiago Carrillo
Dijo siempre lo que creía que tenía que decir, sin importarle a quién podía resultar molesto. Lo que hace aún más valiosa su opinión y necesario su criterio.