Si alguien pregunta por qué serie de Netflix ha definido el año 2025, quizá esa respuesta sea Adolescencia. Una serie británica con alma de polémica que, al igual que Mi Reno de peluche el año pasado, está provocando ríos de tinta no solo por su hallazgo técnico (cada capítulo es un único plano secuencia) sino por razones puramente sociales: el niño protagonista actúa movido por influencers que transmiten ideas y prejuicios más que dudosos.
No obstante, y tal y como te explica Juanma González en la vídeocrítica de arriba, quizá la serie está siendo hasta cierto punto malinterpretada. O eso, o la creación de Stephen Graham, aquí también protagonista, tiene unas pretensiones a las que no acaba de rendir honor.
En Adolescencia, un joven de 13 años es arrestado por un crimen que, a todas luces, sí ha cometido. Pero eso es solo el principio de una serie que analiza no solo el comportamiento del joven en prisión, sino también cómo vive su familia la traumática experiencia y algunos recovecos de la investigación judicial que muestran de primera mano el funcionamiento de la educación pública en Reino Unido.
La serie, brillante en lo técnico y maravillosamente interpretada, da para debate político y social. Ahora... ¿es cierto todo lo que aborda la serie, o está por otro lado siendo malinterpretada por ciertos sectores?

