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Soraya pone en su sitio a Pedraz: "Yo sé hasta dónde puedo llegar"

La vicepresidenta mostró el enfado del Gobierno con el juez de forma elegante, sin criticarle: "Yo sé hasta dónde puedo llegar", respondió.

El Gobierno rompió la baraja en favor de la clase política después de que “el señor Pedraz. con toga puesta” no dudara en desacreditarla en su auto de apoyo al 25-S. Fue una respuesta tan elegante -no criticó en ningún momento al magistrado- como contundente, toda vez la vicepresidenta recordó cuales son los límites de los poderes ejecutivo, que son exactamente los mismos si no más para el judicial.

En privado, el Ejecutivo admitió su malestar por las “inaceptables” palabras del juez que “se ha pasado de la ralla y echa más leña al fuego en un momento muy delicado”. Pero, a renglón seguido, rechazaron también las salidas de tono -en clara alusión a Rafa Hernando, portavoz del Grupo Popular- ya que consideran que “él mismo se ha desacreditado, y así lo han dejado claro desde la propia judicatura.

La respuesta oficial fue preparada con esmero por el equipo de la Moncloa. Por mucho que se presionara a la portavoz con preguntas cada vez más incisivas, no debía de parecer que Soraya Sáenz de Santamaría censuraba el auto de Pedraz. La idea que tenía que traslucir, en voz de un asesor, es que quedara claro que el magistrado “no sabe hasta dónde podía llegar” y ha quedado en evidencia.

La vicepresidenta cuidó muy mucho sus palabras: “Cuando estoy en esta mesa -de la rueda de prensa de los viernes- me abstengo de hacer opiniones personales”, declaró, insistiendo en varias ocasiones en que “formando parte del poder ejecutivo sé hasta dónde pueden llegar mis apreciaciones personales”. Así, sin estridencias, puso en su sitio al magistrado: “Sé hasta dónde puedo llegar”, incidió.

Sí fue mucho más clara con respecto a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. El respaldo fue sin titubeos: la Policía, insistió, cumplió con su deber de "proteger" el Congreso de los Diputados ante unos ciudadanos que, a la fuerza, quisieron irrumpir en el hemiciclo. "No porque allí trabajen diputados o senadores, sino porque es la sede de la soberanía popular, de la democracia. No siempre hemos disfrutado de democracia en este país y es el mejor sistema político aunque sea perfeccionable", remató. 

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