Más de 20 años después de su desaparición, el juicio por la muerte de Juana Canal se ha resuelto con la declaración como culpable de su entonces pareja, Jesús Pradales, que ya había confesado el crimen después de ser detenido en octubre de 2022 por la Policía Nacional y la Guardia Civil.
Habían pasado cerca de 19 años desde que un 23 de febrero de 2003 la víctima supuestamente desapareciese sin dejar rastro después de una fuerte pelea con su pareja y alrededor de tres años desde que dos senderistas encontrasen los restos óseos de Juana en un paraje entre los municipios de Navarredonda y Navalacruz, en Ávila, a algo más de 100 kilómetros de Ciudad Lineal (Madrid), donde vivía la pareja.
Este jueves, el jurado popular del juicio por el crimen de Juana Canal ha declarado por unanimidad a Jesús Pradales culpable de un delito de homicidio doloso, con lo que descarta que la víctima muriera de forma accidental. Para intentar evitar esta resolución, la defensa de Pradales pidió que el juicio no se realizase mediante la fórmula de un jurado popular.
Algo que el Juzgado de Instrucción nº21 de Madrid rechazó en enero de 2023 por entender que había "indicios" de que la muerte no hubiese sido involuntaria, como defendía el acusado. Finalmente, el jurado popular ha estimado que sí hubo intención y, por lo tanto, ha resultado culpable de homicidio doloso.
De este modo, los miembros del tribunal del jurado respaldan la tesis de la fiscal y del abogado de SOS Desaparecidos, Juan Manuel Medina, quienes mantenían que la fallecida no murió de forma fortuita después de que el acusado le apartara con el brazo para evitar que le agrediera durante aquella madrugada 23 de febrero de 2003 en un piso de la calle Boldano.
Piden 15 años de cárcel
En este sentido, la fiscal y el abogado de la acusación particular piden una condena de quince años de cárcel por un delito de homicidio doloso con el agravante de parentesco, mientras la defensa reclamaba la absolución al tratarse de una supuesta muerte accidental.
De hecho, el procesado sigue sosteniendo la tesis de que Juana Canal, con la que tuvo una relación de noviazgo de cinco meses, murió de forma accidental en el piso que compartían en Ciudad Lineal de un golpe contra el suelo después de que la apartara con el brazo para evitar que ésta le pegara con los puños. Según su relato, esa noche Juana estaba más agresiva de lo normal al estar bajo los efectos del alcohol.
Pradales "asumía el riesgo" de su acción violenta
Durante su exposición final, la fiscal subrayó que la muerte de Juana no fue "accidental", sino el "resultado de una acción agresiva en la que Jesús asumía el riesgo" de ese resultado.
"En 26 horas, la descuartiza, que no es fácil, conduce 170 kilómetros, cava dos hoyos, entierra los restos óseos, vuelve y deja la nota a Sergio, el hijo mayor de Juana, en la que le escribe que su madre ha tomado pastillas y se ha ido", detalló dejando patente su interés por esconder la muerte de su pareja.