La Guardia Civil celebró este sábado el Día del Pilar, patrona del cuerpo. Una celebración que tiene su acto central unos días antes para no coincidir con la Fiesta Nacional del 12 de Octubre. Pero las Comandancias del Instituto Armado suelen realizar su propio acto de celebración el mismo día. Y así sucedió el pasado sábado en Tres Cantos, donde se encuentra la Comandancia de la Comunidad de Madrid.
El coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos, al mando de la Benemérita en la región, se dirigió en el acto a sus subordinados. Él ha sido el gran protagonista de la mayor derrota judicial que ha tenido Fernando Grande Marlaska desde que está al mando del Ministerio del Interior. Una batalla para evitar ser purgado por no haber incumplido la ley para beneficiar los intereses políticos del Gobierno.
Pero Fernando Grande Marlaska se ha tomado su propia venganza personal de otro modo. Ha vetado su ascenso a general hasta en tres ocasiones y, siguiendo la normativa interna de la Guardia Civil, Pérez de los Cobos pasará a la situación de reserva el próximo 13 de diciembre, cuando cumpla los 61 años. Si hubiera ascendido a general podría haber ampliado su servicio activo hasta los 65 años, pero como coronel deberá esperar la jubilación en la reserva.
En el que puede ser su último discurso público ante sus subordinados, el coronel de la Guardia Civil lanzó varios mensajes que se pueden considerar una crítica al ministro del Interior. El primero de ellos, que dejará el servicio activo "con la cabeza alta y la conciencia tranquila". De hecho, los tribunales le dieron la razón en que no debió cumplir las órdenes políticas de Marlaska y saltarse la ley.
El segundo mensaje no sólo incluía a Marlaska, sino a aquellos mandos que prefieren el favor de los políticos al cumplimiento del deber. "La convicción de haber sido fiel a aquellos compromisos adquiridos: fiel al cumplimiento de la legalidad, a la defensa de nuestra constitución, de la unidad y la integridad territorial de la Patria, leal con mis subordinados, y disciplinado en lo que la verdadera disciplina -tan alejada de la sumisión y el servilismo- puede y debe abarcar", dijo.


