Los errores protocolarios del jefe del Ejecutivo son una constante desde 2018. Tanto en el desfile de la Fiesta Nacional como en otras ocasiones. El 12 de octubre de 2018 Pedro Sánchez y Begoña Gómez se estrenaban en el besamanos tras el desfile de las Fuerzas Armadas y se convirtieron en protagonistas de un sonoro ridículo. El presidente y su mujer, tras saludar a los Reyes, se colocaron a su lado mientras continuaba el besamanos. Un responsable de protocolo tuvo que avisar a Sánchez de que debía continuar su camino, pero aún tuvo tiempo de estrechar la mano a la presidenta del Congreso, Ana Pastor.
No sería el último patinazo de protocolo de Pedro Sánchez y Begoña Gómez, en una recepción en el Palacio Real. Cuando los Reyes recibían a los invitados a la cena de gala en honor de los mandatarios asistentes a la cumbre de la OTAN en Madrid del pasado mes de junio, Sánchez y Gómez pasaron de largo tras saludar a Felipe VI y la reina Letizia, en lugar de quedarse a su lado para posar ante los fotógrafos.
Fue el Rey el que señaló el error al presidente y su mujer, que dieron marcha atrás y se colocaron junto a los monarcas para ser fotografiados. A continuación, continuaron su camino y los Reyes siguieron recibiendo a los invitados.
También durante la citada cumbre de la OTAN, Begoña Gómez dio muestras de sus dificultades para cumplir con el protocolo, durante los actos paralelos organizados para los consortes de los asistentes a la cumbre en La Granja de San Ildefonso. Gómez no sabía muy bien dónde colocarse, y pasó unos malos momentos hasta que encontró su sitio para la foto oficial, que no era otro que junto a la reina Letizia.