Mauritania

Con cortes en la cabeza y magulladuras diversas llegó Mohamed Ould Abderramán -identidad que emplea el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC)- a los juzgados de Telde (Canarias) para ser juzgado por el secuestro del avión de Air Mauritania. Tras el interrogatorio, la jueza Isabel Rodríguez Macareno decretó su "prisión provisional incomunicada" en la cárcel, previsiblemente, de El Salto de El Negro. El "pirata aéreo" ha sido imputado por delitos de apoderamiento ilícito de aeronave y amenazas y tenencia ilícita de armas. Mohamend Ould Abderramán ha confesado a la Guardia Civil que actuó sólo, que no es un terrorista y que su intención únicamente era pedir asilo político en París (Francia), donde tiene amigos y familiares.

Después de que el portavoz del la Confederación Española de Policía (CEP), Rodrigo Gavilán, pusiera de manifiesto la situación en la que se encontraban los agentes españoles desplazados en Mauritania , el Sindicato Unificado de Policía (SUP) se unió a la denuncia y calificó de "tercermundista" la circunstancia en la que estaban envueltos los policías. Sin embargo, y a pesar del calvario sufrido por los funcionarios españoles, De la Vega ha minimizado su situación y dice que la Policía tiene que trabajar "a veces" en condiciones "difíciles". Por ello, el SUP ha afirmado este viernes que "cuando nuestros representantes no dan la talla deberían dimitir o ser cesados por su incompetencia demostrada".

Mohamed Ould Abderraman, el hombre de 31 años que este jueves secuestró un Boeing 737 de Air Mauritania optó por desviar el vuelo a Canarias en cuanto la tripulación le informó de que no había combustible suficiente para alcanzar París, a donde quería conducir el aparato para pedir allí asilo político. Según fuentes de la investigación, el secuestrador amenazó a los pilotos con dos pistolas llenas de balas. El piloto forzó un "frenazo" al tomar tierra porque el secuestrador no llevaba cinturón. Cuando éste se desestabilizó, un grupo de pasajeros se avalanzó sobre él y lo redujo.

El secuestrador del avión mauritano detenido este jueves en Gran Canaria seguirá al menos durante un día más bajo custodia de la Guardia Civil mientras se investigan los motivos de su acción, por lo que no pasará a disposición judicial antes de este sábado. El autor del secuestro, que portaba dos pistolas, una con una bala en la recámara y actuó solo, es un mauritano de 32 años cuya identidad no se ha facilitado y se encuentra actualmente detenido en la Comandancia de Las Palmas. No se ha podido precisar si el detenido pudo actuar movido por razones políticas, si es un delincuente o si está vinculado a organización terrorista alguna.

El buque Marine I, que estuvo dos meses en alta mar con 404 inmigrantes a bordo, ha llegado este viernes al puerto de la capital tinerfeña remolcado por un barco de Salvamento Marítimo desde Mauritania. El capitán marítimo, Antonio Padrón, indicó que el estado exterior del barco, que llegó vacío, es "deplorable", está oxidado y no reúne ni siquiera los métodos de salvamento obligados.

La Confederación Española de Policía ha denunciado en declaraciones a Libertad Digital Televisión la "deslealtad institucional del Gobierno" por su desinterés por la situación del contingente de policías enviados a Mauritania para asistir a la repatriación de los inmigrantes del Marine I. Los agentes han tenido que dormir sobre cartones, comprar comida a los vendedores ambulantes, hacer sus necesidades al aire libre y asearse con agua del mar. Rodrigo Gavilán, portavoz del sindicato, ha dicho que "el Gobierno español se ha olvidado de que los policías españoles comen y duermen". Al llegar a Barajas, los agentes describieron muy gráficamente su sensación: "Nos han tratado como a perros".

Cincuenta de los cien policías españoles que fueron enviados a Mauritania llegaron este miércoles a Barajas. La Confederación Española de Policía ya había denunciado las deplorables condiciones en las que se encontraban los agentes. Permanecieron tres días sin comer prácticamente nada, tampoco durmieron y fueron instalados en los mismos pabellones que los 369 inmigrantes desembarcados del Marine I. Los funcionarios afirmaron que les habían tratado "como a perros".

El secuestro del avión de la compañía "Air Mauritania" que aterrizó en Las Palmas de Gran Canaria ha terminado con la detención del secuestrador y las 79 personas que viajaban a bordo han sido puestos en libertad. Unos veinte pasajeros han sido atendidas contusiones y estados de ansiedad. Las fuerzas de seguridad están interrogando al secuestrador, un mauritano de origen saharaui y que portaba dos pistolas, una de ellas con una bala en la recámara. Según la subdelegada del Gobierno en Gran Canaria, Carolina Darias, el secuestrador fue reducido por los propios pasajeros.

El portavoz de la Confederación Española de Policía (CEP), Rodrigo Gavilán, cree que "es auténticamente vergonzoso que el Gobierno haya cedido al chantaje y las coacciones de Mauritania" y además haya aprobado un crédito de más de 600.000 euros para esta república islámica y, sin embargo, no tenga prevista ninguna partida para "ochenta policías españoles que han tenido que dormir a la intemperie durante tres noches, comprando comida a vendedores ambulantes y teniendo que hacer sus necesidades a campo abierto". Sobre esto, el PP ya ha anunciado que pedirá la comparecencia del ministro Caldera en el Congreso para que explique la gestión "caótica" e "ineficaz" que ha llevado a cabo el Gobierno en relación con los inmigrantes que viajaban en el Marine I.