Río Ebro

Miles de personas se manifestaron el domingo en Amposta (Tarragona) convocadas por la Plataforma en Defensa del Ebro (PDE) en contra del minitrasvase de este río hasta Barcelona. La movilización contó con el apoyo de unas 150 entidades y asociaciones. Con lemas como "el trasvase no es la solución" o "Cataluña engañada", hasta 35.000 personas, según la organización, se reunieron para protestar por el minitrasvase.

La realización del trasvase del Ebro a Barcelona ha puesto de nuevo en evidencia las contradicciones del Gobierno socialista. Según informa este lunes La Razón, el Ejecutivo realizó un informe en 2007 que envió a la OCDE en el que se manifestaba totalmente en contra de este tipo de infraestructuras por motivos ambientales, ecológicos y socioeconómicos. Algo que no se ha tenido en cuenta en esta ocasión. De hecho, no se ha realizado ningún estudio de impacto medioambiental, algo que exigían en el informe.

La Federación de Usuarios y Regantes de la Cuenca del Ebro mostró este miércoles su apoyo al "trasvase" del Ebro a Barcelona, únicamente por ser una "emergencia" para abastecimiento de boca. Los regantes retaron al presidente de Aragón a que, además de juristas, encuentre a algún ingeniero que diga que no es un trasvase. "Es un trasvase, como lo es cualquier tema que sea llevar agua de una cuenca a otra".

Los presidentes del PP de Andalucía, Javier Arenas, Comunidad Valenciana, Francisco Camps, y de la Región de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, anunciaron este miércoles que habrá movilizaciones en todas estas regiones y en Madrid para pedir el trasvase del Ebro, al tiempo que aseguraron que no desfallecerán y que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no les "va a aburrir". Mientras, los Regantes del Ebro aprobaron el trasvase a Barcelona por ser "una emergencia", pero insistieron en que "sí es un trasvase".

Los partidos aragoneses de la oposición, PP, CHA e IU, coincidieron este martes en rechazar el informe de los servicios jurídicos del Gobierno aragonés, que no considera un trasvase la transferencia de agua desde Tarragona a Barcelona, y señalaron que está hecho a medida del ejecutivo autonómico.

El presidente socialista de Aragón sigue buscando cómo salir del atolladero en el que le ha metido su partido y su presidente al aprobar el trasvase del Ebro a Barcelona. Ahora dice que el informe elaborado por los servicios jurídicos de la comunidad que él mismo preside "está bastante en la línea" con los que efectuaron los servicios jurídicos de Zapatero. No es un trasvase y no colisiona con el Estatuto de Autonomía del Aragón.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, reafirmó este sábado en la reunión del Comité Federal del PSOE que no habrá mercado del agua y que la solución acordada para Barcelona es coyuntural, así como que "no se tocará un litro más del Ebro". Las palabras de Zapatero fueron celebradas por el presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, cuya administración aprueba, según dice, "la oposición a los trasvases" y su "compromiso" por la desalinización.

El Ayuntamiento de Zaragoza vivió este viernes un polémico pleno después de que el Gobierno de Zapatero haya dado marcha atrás en su política de agua y haya aprobado un decreto ley para trasvasar agua del Ebro a Cataluña, pese a habérselo negado a otras comunidades. Finalmente se aprobó una moción contra el trasvase con los votos en contra del PSOE, partido que precisamente derogó los trasvases.

 El presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, sigue intentando esconder lo que es la infraestructura que llevará agua del Ebro a Barcelona. "Nosotros nos oponemos a los trasvases porque crea más problemas que problemas resuelve. Pero esto es otra cosa", afirma el aragonés. De este modo, cree que Barcelona está resolviendo perfectamente el problema mediante la desalación pero hasta que se ponga en práctica se llevará "un agua que es de Cataluña pero que no podía llegar a Cataluña". Iglesias se permite además dar lecciones sobre el agua: "saber lo que es un hectómetro cúbico no es nada fácil".