Situado entre el Océano Pacífico, Colombia y Perú, Ecuador, con sus casi 280.000 Km. no es uno de lo países mas grandes del Hemisferio. Hasta hace poco tiempo, sin embargo, podía ser considerado como una democracia estable, a pesar de haber protagonizado el último conflicto armado internacional de la década cuando chocó con Perú, en 1995, en una “guerra” por cuestiones limítrofes que acabaron resolviéndose en 1999.
Hoy, Ecuador parece resbalar por la pendiente que concentra a aquellos países que mas dificultades tienen en adaptarse a las exigencias de la economía internacional. Al desastre ecológico ocurrido semanas atrás en las islas Galápagos, se suma el anuncio de España de repatriar unos 150.000 Ecuatorianos indocumentados. A esto se agrega la llegada masiva del crimen organizado de Colombia, aportando cantidades de dólares falsificados a la ya comprometida economía, y para final de la fiesta, una nueva protesta social de las comunidades indígenas amenaza con convertirse en un incendio.
Un año atrás, enero 2000, un golpe de estado que reunía a las comunidades indígenas y a miembros mestizos de las fuerzas armadas ponía fin al gobierno del presidente Jamil Mahuad, electo en Julio de 1998, y entregaba el poder al entonces vicepresidente Gustavo Noboa, quien concluiría el mandato de Mahuad, en enero del 2003.
De los casi 13.000.000 de habitantes de Ecuador, unos 4.000.000 son indígenas, cuya lengua no es el español sino el Quechua, organizados ahora en el Consejo de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONAIE). Los indios viven en su mayoría en áreas rurales y en situaciones de pobreza extrema, siendo por ello los mas vulnerables al intento de estabilización de la economía anunciado por el presidente Mahuad y continuado ahora por Gustavo Novoa, cuya piedra angular es la adopción del dólar como única moneda de curso legal en el país.
En respuesta al plan económico presentado por el gobierno, el 27 de diciembre pasado, para finales de enero comenzaban a concentrarse en Quito más de 6.000 indígenas bloqueando los principales accesos a la ciudad y reclamando la derogación de los aumentos en los precios del gas, los combustibles y el transporte. El sábado 3 de febrero, Novoa declaraba el “estado de emergencia”, pero el lunes 5 la protesta seguía creciendo y el gobierno no descartaba la posibilidad de utilizar la fuerza para abrir los caminos a la capital.
El abandono del sucre como moneda nacional y la adopción del dólar acarrearon dos nuevos e inesperados problemas para Ecuador. Uno, la aparición de lavadores de dinero proveniente del narcotráfico. Y dos, la aparición de dinero falsificado proveniente de Colombia, país que no sólo es el mayor abastecedor de cocaína en el mercado de los EE.UU., sino que además produce un 40% de los dólares falsificados que circulan en el planeta.
La dolarización del país abrió para los falsificadores, en un día, un mercado de 13.000.000 de almas que debía ser “abastecido”. Para ellos, las ventajas del mercado ecuatoriano son múltiples, comenzando por el hecho de que el grueso de la población no ha manejado dólares y, por ello, su capacidad para discernir las falsificaciones es casi nula. A ello se suma que la población analfabeta podía antes guiarse por los colores del dinero, y ahora se las ve con una moneda de color uniforme.
Simultáneamente, la dolarización resultó ser una bendición para los grupos narcotraficantes que literalmente se ahogan en dólares, billetes que cada día les resulta mas complejo lavar. Ecuador, con un sistema judicial débil y desactualizado pasó a ser, de la noche a la mañana, un paraíso para los lavadores que no tienen necesidad de afrontar el riesgo de cambiar sus dólares a sucres ya que ahora pueden “invertir” directamente los dólares en negocios legítimos que contribuyen a sus operaciones de lavado.
El deterioro de la estabilidad Ecuatoriana se vio agravado el 5 de Febrero cuando cuatro personas, entre ellos una mujer y un niño, murieron en un enfrentamiento entre indígenas y fuerzas de seguridad acaecido en la provincia amazónica de Napo. Las próximas horas serán claves para determinar la profundidad del conflicto, pero no hay duda de que Ecuador pasó a integrar el arco de crisis del Hemisferio
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