Reparen en este titular: "Las derechas se alían para retrasar la Ley del Catalán y cargan contra el PSC" (El Periódico de Catalunya, 26/05/2022). Para informar de que ERC, Junts, Els Comuns y PSC han pactado una ley para esquivar el cumplimiento del 25% de clases en castellano sentenciado por los tribunales, ese periódico de Cataluña reduce a los padres que han pedido el derecho de sus hijos a poder estudiar también en castellano a la derecha, y los hace enemigos del catalán y del PSC. Y se han quedado tan anchos. Convierten a los socialistas en víctimas y a los niños excluidos en verdugos. Si esto es periodismo, Mbappé ha fichado por el Madrid.
En realidad, ¿qué dice el tocomocho que nos han preparado ERC, Junts, Els Comuns y el PSC? Nada que no supiéramos, sólo han manipulado una vez más el nombre de las cosas para ponerlas a su servicio.
Es una vieja táctica, empezaron por la reivindicación de la lengua materna en pleno franquismo. ¿Quién iba a oponerse a tal enternecedor derecho? Siguieron con la normalización lingüística, a principios de los ochenta, en nombre de la supervivencia del catalán. La disculpa: estaba en peligro como el oso panda. Lo llamaban ecología lingüística. El resultado fue la exclusión del español en las escuelas. La lengua materna ya no servía si eras castellanohablante, tal derecho se reservó para "la lengua de la tierra".
Pronto lo legislarían en la Ley de Normalización Lingüística de 1983. El catalán pasó a ser la lengua propia de Cataluña. Y la lengua española pasó a ser impropia. El decreto de inmersión en 1992 fue el siguiente paso. Ahora la exclusión era por ley, aunque no fuera constitucional.
Cuando a principios de los noventa la Resistencia castellanohablante se organizó para reivindicar sus derechos lingüísticos y los tribunales le dieron la razón, se sacaron de la manga la atención individualizada para sortear lo de dar clases en español. La cuestión era evitar institucionalizar el uso de la lengua española en la escuela. Y lograron burlarse una vez más de la ley. Cuando la sentencia del TC 337/1994 dictaminó la conjunción lingüística o bilingüismo integral, donde ninguna de las dos lenguas debía ser exclusiva ni excluyente, simplemente incumplieron la ley mediante pactos con los Gobiernos centrales y a seguir con el victimismo.
Los trucos han sido infinitos, todos con el mismo fin, erradicar la lengua española de la escuela. Ya en la Ley de Normalización Lingüística citada se introducía el adverbio normalmente para hacer de la lengua catalana la normalmente empleada. Así evitaban evidenciar las intenciones de exclusión de la lengua española y a la vez sorteaban a los tribunales. Pero en todo momento, como monjitas puritanas, negaban la evidencia, y durante más de dos décadas negaron la inmersión, eso que una vez impuesta defienden como si les fuera la vida.
Más allá de todos estos eufemismos lingüísticos, el objetivo siempre fue el mismo, hacer del catalán la lengua propia para convertirla en exclusiva y en el ADN (Maragall dixit) de la nación catalana.
Y así hemos llegado hasta aquí, donde una sentencia del TSJC ha dado fecha límite hasta el 31 de mayo para que se dé un 25 % de clases en lengua española. Y después de meses de incumplimiento y de otros mil trucos, ya sin tiempo y para evitar cumplir la sentencia, han llegado a un pacto para seguir trampeando con el lenguaje. Con la ayuda del PSC. El tocomocho ahora es reducir el español a lengua curricular, dejando al catalán como la única vehicular. El último truco para evitar al español como lengua vehicular.
A veces, la evidencia de un titular se soluciona con otro: "Los judíos se alían para retrasar la Solución Final y cargan contra el nacionalsocialismo" (22/02/1942, Solución Final al Problema Judío. Alemania). Vuelvan al primer titular.