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Javier Somalo

Recetario simple contra Sánchez el Rojo

El PP debe intentar gobernar en solitario pero no debe rechazar a Vox. El votante del PP quiere victorias, ahora que las conoce, no socialismo.

El PP debe intentar gobernar en solitario pero no debe rechazar a Vox. El votante del PP quiere victorias, ahora que las conoce, no socialismo.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. | Europa Press

El estruendoso batacazo de la izquierda en las elecciones de mayo ha despeinado al maniquí. Hasta las "manos del presidente", que merecieron un bochornoso álbum de fotos de La Moncloa Productions, presentan un ligero temblor. Se le escapa el poder, le abandona el aura. Le despierta con sobresalto la imagen de aquel Peugeot 407.

Manos a la obra: sin corbata y con el climatizador a "temperatura Sánchez" julio es el mejor mes para poner a prueba a los aspirantes trumpistas de la derecha. Alberto Núñez Feijóo ya lleva media cara pintada de azul y está dispuesto a lanzar a los ultras Gamarra y Sémper a quemar las calles hasta asaltar el Palacio. Bendodo viste pieles ensangrentadas de ciervo sobre el torso desnudo. ¡Es que ni queriendo sale la película!

En el acto de desquite que el PSOE celebró esta semana en el Congreso con diputados, senadores y futuros desempleados, Sánchez se hizo aplaudir hasta la parestesia palmar, como en los homenajes a Stalin. Y ese fue el acto fundacional del nuevo socialismo que quiere mantener hoy el poder: la derecha es un peligro para la democracia.

Pero cada frase, cada acusación tienen una sencilla réplica. Queda por saber si el hipercentrismo del PP lo permitirá.

La fundación del partido

Dice Pedro Sánchez:

"Nuestro partido no lo fundaron siete ex ministros de una dictadura con la financiación de unos cuantos banqueros".

Cierto. No había socialistas trabajando por la Transición. Ni uno. Esperaban escondidos a que se la jugara el PCE y después trataron de convencer a Adolfo Suárez de que no les legalizara tan pronto porque les perjudicaba en las primeras elecciones. En cuanto a la financiación del partido… el PSOE debería callarse, que podría resucitar el juez Marino Barbero.

No, el PSOE no lo fundó ningún ministro franquista. Lo hizo un señor llamado Pablo Iglesias Posse, que amenazó de muerte al conservador Antonio Maura el 7 de julio de 1910, un día como el del próximo arranque de la campaña del 23-J. No se perdió en adornos:

"Hemos llegado al extremo de considerar que, antes que Su Señoría suba al poder, debemos llegar hasta el atentado personal".

Y así de claro y conciso consta en las actas del Congreso, cuando no se borraban, no como ahora. Y al atentado personal con resultado de muerte se llegó con José Calvo Sotelo el 13 de julio de 1936. Tras un acalorado debate con Casares Quiroga, y según versión de Tarradellas, la Pasionaria dijo: "Este hombre ha hablado por última vez". Lo arrestaron con una orden falsa, lo metieron en una camioneta de la Guardia de Asalto y le pegaron dos tiros en la nuca. Uno le salió por el ojo izquierdo. Según todas las versiones disparó Luis Cuenca Estevas, militante socialista y guardaespaldas de Indalecio Prieto.

Nunca le ha gustado al PSOE eso de perder. Es, como vemos, un defecto congénito. Pero tiene una historia repleta de episodios poco edificantes.

El PP, al asalto del Congreso

Para trumpizar al PP, Sánchez dice:

"Lo que están haciendo es copiar los métodos de sus maestros norteamericanos (…) El PSOE debe parar esta corriente reaccionaria. Debemos frenarla, si nos movilizamos en España no va a suceder lo que vemos en otras naciones".

Parece mucho más urgente frenar lo que viene de Brasil, de Colombia, lo que hay en Venezuela y en Cuba, lo que Sánchez quiere en Perú y Argentina. Hay que impedir la imitación de métodos de sus maestros sudamericanos. Si sumamos desaparecidos, muertos y encarcelados en los países de referencia del socialcomunismo español da para asustarse mucho más allá de la campaña electoral. Convendría recordarlo si llega el caso.

Una foto y el narcotráfico

"Amigo del narco" llama a Feijóo Adriana Lastra, desahuciada política que cobra vida al toque de rebato. El País, en tiempos activos de Soraya, ya llevó a su portada una foto antigua (1995) de Núñez Feijóo de paseo en yate con Marcial Dorado, contrabandista de tabaco que por entonces no había sido condenado.

El juez José Antonio Vázquez Taín, que encarceló finalmente a Dorado dijo en una entrevista con El Mundo:

"Cuando hacemos el registro nosotros sabíamos que las estaban allí. Bueno, esas y muchísimas fotos más, porque en esas fechas Dorado era un empresario muy activo y muy dado a sacar fotografías. De hecho, podrían aparecer más fotos del presidente y de mucha gente más. Pero no se incautó ninguna foto porque eran irrelevantes para la investigación: durante la instrucción no había resultado indicio alguno de actividad ilícita. Por tanto, ¿para qué íbamos a llevarnos las fotos?".

Pues también es posible abrir un capítulo específico sobre el PSOE y las drogas, binomio habitual cuando se despistan fondos públicos.

Juan Bernardo Fuentes, caso Mediador, más conocido como caso Tito Berni, es el último y más sonado por lo chusco de los métodos. Como es reciente y bien conocido no hace falta documentar mucho más. Es el resumen habitual: putas y drogas como triste alarde de poder en el socialismo español.

Asoma al podio de políticos enfariñados el caso del secuestrador de Maracena, animado por el número dos del PSOE andaluz, Noel López, con "una bolsita de cocaína", vulgo "pollo". Era el empujoncito que necesitaba para meter a una concejala en un maletero a punta de pistola. Nada, un caso menor.

Más dotación pública tuvo el Don Angelo, puticlub donde arrancó campaña electoral ganadora Juanma Moreno para marcarlo como sede real del socialismo andaluz donde la coca y otros vicios se pagaban con tarjeta pública a cuenta de la Faffe (Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo).

En el caso de los ERE, trama socialista como para presumir de financiación, hay multitud de piezas judiciales separadas. Una de ellas es la conocida como la del "chófer de la coca". En atropellado resumen: 1,5 millones concedidos por el director general de Trabajo Francisco Javier Guerrero, fallecido en 2020, a su chófer, Juan Francisco Trujillo. Según declaración del propio Trujillo ante la juez Mercedes Alaya, llegó a gastarse 25.000 euros al mes en cocaína para él y para su jefe.

Más recientemente, en la trama de compra de votos del 28-M, la Guardia Civil sigue investigando en Albudeite (Murcia) a la candidata del PSOE a la alcaldía, Isabel Peñalver, por un presunto delito de tráfico de drogas que sería el medio de pago de los votos.

Si diera tiempo —hay poco hasta julio— cabría también un capítulo más globalizado sobre la relación del PSOE con, digamos, la narcolandia del Grupo de Puebla, para el que trabajan con denuedo desde José Luis Rodríguez Zapatero hasta Baltasar Garzón, hoy socialista consorte que nunca llegó a ministro y que fue expulsado de la carrera judicial. Todo, siempre a grandes rasgos y sin entrar en detalles.

Así que "amigo del narco" parece más bien un título —como aquel de Sabino Arana, "amigo de los vascos" que adorna a los que se rindieron al nacionalismo— hecho a la medida para el PSOE. Méritos no le faltan.

Y el dóberman parió un chihuahua

El vídeo del dóberman es un clásico de la política española del bipartidismo. La rivalidad Aznar-González daba para mucho y a Ferraz le preocupaba que el joven del bigote convirtiera su aparente falta de carisma en un atractivo electoral. No había redes sociales, ni memes y lo único que se viralizaba era la gripe. Así que, a por todas: el PP es en blanco y negro, muerde y da miedo, Arias Navarro era un boyscout al lado de Álvarez Cascos.

El aparato de propaganda de Ferraz, décadas después, ha editado una secuela del dóberman y les ha salido un chihuahua. Salvaje, eso sí. Y ponzoñoso. En el nuevo vídeo aparece el Prestige, petrolero partido en dos, que iba a acabar para siempre con las costas gallegas. Angels Barceló, la misma que aspavienta ahora con la fecha de las elecciones de su Sánchez, preguntaba entonces desde Telecinco si "por fin llega ya el chapapote a la playa de Muxía". Hasta las campanadas de fin de año de la Milá, como homenaje a los hombres y mujeres de la Muxía petroleada, fueron mentira, en diferido. Un fraude. Pero parece que el Prestige lo hundió el PP, a lo mejor hasta Feijóo tuvo algo que ver. La costa gallega luce hoy esplendorosa.

También aparece en el cutremetraje Ángel Acebes durante las ruedas de prensa del 11M: "ETA ha conseguido su objetivo", se le oye decir. Visto así, como resumen del ataque terrorista de marzo que tantas vidas se llevó, resulta clarividente el exministro. Uno de los vencedores de aquella tragedia fue, sin duda, ETA. Diecinueve años después, la banda terrorista sostiene en el poder al PSOE que teme perder.

Y gracias a este vídeo tempranero y despechado sabemos cómo será la campaña socialista del tórrido 23 de julio. En el Congreso, con la intención de criticar a los medios de comunicación, Sánchez dijo:

"Desde la posición de dominio que tienen en las grandes empresas y medios de comunicación, se va a desatar una campaña aún más feroz de insultos y descalificaciones".

Es exactamente eso lo que va a suceder, lo que ya está sucediendo, lo que siempre ha pasado. La denuncia de Sánchez es su confesión. Atentos a las portadas.

Redondo Terreros y… ¿Cándido Méndez?

La tentación del "antisanchismo" sigue contoneándose delante de Feijóo. Cuánto más si las sirenas que ahora le cantan son tan respetables como Nicolás Redondo Terreros, el que pudo acabar con el rodillo nacionalista junto a Mayor Oreja. Lo impidieron muchos, entre otros Juan Luis Cebrián con su Discurso del método en El País. Pero también Rubalcaba.

Los críticos a ese "sanchismo" se aglutinan en el colectivo Fernando de los Ríos: allí están desde Joaquín Leguina hasta Felipe González pasando por José Luis Corcuera, Juan Carlos Rodríguez Ibarra o Javier Rojo. No se parecen en nada unos a otros y, salvo excepciones, pudieron parar muchas veces lo que ahora dicen criticar. Otros lo volverían a hacer y otros, simplemente, se aburren en sus casas.

Al que no me creo en este club, y sale a hablar contra Sánchez, es a Cándido Méndez, nada que ver con el padre del que ahora estrecha la mano, Nicolás Redondo Urbieta, trabajador y sindicalista pero empezando por lo primero, que vio el rostro del PSOE y lo encaró ya en los ochenta. No, no existe el PSOE de Nicolás y no, no debe marcar el paso del PP poniendo como excusa los extremos de Podemos y Vox.

De buenas intenciones —las hay en algún caso— está empedrado el camino al infierno: este discurso del antisanchismo no favorece a Feijóo. El PP debe intentar gobernar en solitario pero no debe rechazar a Vox. El votante del PP quiere victorias, ahora que las conoce, no socialismo.

Como en el fútbol, cuando un jugador sin balón atrae a defensas para dejar un pasillo libre de marca, Sánchez el Rojo se mueve ostensiblemente a la izquierda para que el PP lo haga también en busca del centro descentrado, error mayúsculo y habitual. Es la forma de que se separe de Vox, con el que ya está a tortas por los gobiernos locales y regionales.

La trampa es sencilla de advertir. La forma de no caer en ella es pensar ahora en los votantes en vez de en los adversarios que lanzan los envites.

Hay que votar. Si vas a estar de vacaciones, hazlo por correo. CONSULTA AQUÍ.

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