Cuestión batallona es la de los nombres de cargos o profesiones, si admiten o no la variación según el sexo. ¿Se debe decir la jueza o la concejala cuando son mujeres quienes ostentan esas posiciones? La tradición nos dice que el género masculino es también genérico. En ese caso se debería hablar de la juez o la concejal. Todo es cuestión de costumbre, de cómo suena una u otra forma. En la Salve se dice de María que es “abogada nuestra”. La Virgen del Pilar es “capitana de la tropa aragonesa”. Hay incluso genéricos en forma femenina, como enfermera. Mi opinión es que poco a poco iremos aceptando las dos formas, masculina y femenina, para cada ocupación. En algún caso será más difícil, como “perita industrial”. Cuando el nombre termine en a, permanecerá invariable, como el o la dentista, el o la periodista. Es fácil imaginar que algún día tendremos generalas, pero ¿y las “cabas”, qué hacemos con ellas? Lo mejor será dejar que trabaje el uso, la práctica.
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