Dos políticos. Dos comparecencias. Dos visiones de las horas posteriores al atentado. Dos estilos de declarar. Acebes, tranquilo, seguro de sí mismo, educado con sus interlocutores y con intención manifiesta de aclarar que es lo que sucedión en aquellos días aciagos. Rubalcaba en contraste se ha mostrado sardónico, resabiado y, en algunas ocasiones, irritado, especialmente cuando ha tenido que enfrentarse con la diputada del PP Alicia Castro.

El antiguo Gobierno ha dejado meridiano que no tiene nada que ocultar, que pasó lo que pasó minuto a minuto, y se fue informando de ello a lo largo del viernes y el sábado. Al nuevo Gobierno, el nacido entre los hierros deformados de los trenes de Atocha, parece que tanta información se le indigesta. Según Rubalcaba el Ministerio de Interior sobreinformó a la ciudadanía. Curiosa manera de contradecirse cuando aun está fresca en nuestra memoria la vergozosa rueda de prensa en Ferraz con Rubalcaba crecido acusando al Gobierno de lo contrario. ¿Quienes son los mentirosos?