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LIBRO DE LA SEMANA

Repensar España

Bajo la coordinación del historiador Fernando García de Cortázar, la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES) acaba de publicar La nación española: historia y presente, obra plural que aporta interesantes claves intelectuales y científicas que sostienen la vigencia histórica de la nación española y demuestran, a un tiempo, la endeblez argumentaria de muchas de las disparatadas reivindicaciones de los nacionalismos periféricos españoles, especialmente el vasco.

Estamos ante un tema sin duda recurrente y vital en el panorama intelectual español del cual se ha ocupado hace algún tiempo el propio José María Aznar (La España en que yo creo), y más actualmente políticos como Eduardo Zaplana (El acierto de España) y periodistas como Enrique de Diego (La España posible).

Configurado entorno a valiosas reflexiones de destacados profesores, historiadores, sociólogos y escritores –muchos de los cuales han editado también recientemente sus propios ensayos sobre tan intrincada cuestión–, La nación española reúne en sus páginas aportaciones variadas sobre lo que significa España como nación, desde su concepción histórica como comunidad integrada que podría remontarse a los Reyes Católicos y a principios del siglo XVI, hasta el sentimiento individual de pertenencia e identidad con España que muchos defendemos; desde la visión historicista y romántica del Estado nacional español, hasta la percepción ilustrada y liberal encarnada por Jovellanos; desde el dolor por la pérdida nacional con que la pensó la generación del 98, hasta la más modernizadora revisión regeneracionista, pasando por la España decididamente católica o por el pensamiento crítico con que la sienten Unamuno o Azaña, y, sobre todo, con el entronque definitivo de España en Europa que apuntara Ortega.

En una apretada síntesis merece la pena repasar algunas de las reflexiones de los autores. Así, Iñaki Ezkerra propone, en su reivindicación del sentido y sentimiento de España, encontrar un camino intermedio entre la pasión nacionalista y “la asepsia constitucionalista” de la etapa democrática reciente. Tomás Pérez Vejo cree necesario “despojar al Estado de su ropaje mítico” y hacer descansar su legitimidad como nación en la defensa de los derechos y libertades fundamentales.

Por su parte, Andrés de Blas observa que aún sigue pendiente, desde la II República, la modernización del nacionalismo español. Juan Pablo Fusi mantiene que “los nacionalismos periféricos coexisten con otras subculturas políticas igualmente definidoras de la personalidad política de aquellos mismos territorios”. Carlos Reyero, en su exposición sobre la construcción iconográfica del nacionalismo español, asegura que la pintura y la escultura de historia tratan de “argumentar, con ayuda del pasado, ideas y sentimientos profundamente incardinados en el presente”.

En otro terreno, Antonio Morales Moya se pregunta qué historia de España se debe enseñar, y precisa que es necesario abordar su reescritura desde la multiculturalidad y la diversidad de lenguas y tradiciones que conforman hoy la España de las Autonomías. Por su lado, Alfonso Urbi traza las líneas maestras de lo que ha significado la religión en el surgimiento de las naciones europeas: para él catolicismo nacional ni equivale ni tiene el componente ideológico del nacionalcatolicismo. Para finalizar, Juan María Sánchez Prieto reconoce que la identificación de “la España eterna” con el franquismo y el empeño de los líderes políticos de la Transición por integrar a los nacionalismos en la construcción del Estado, contribuyó al olvido de la nación española.

España ha sido y es; y hoy se configura como una gran nación europea y democrática, garantía esencial de derechos y libertades de todos sus ciudadanos: los españoles; pues se conforma como una realidad más allá de ideologías políticas, de tradiciones y culturas diversas, de sus distintas lenguas y particularismos. Al respecto, resulta especialmente alentador que José Luis Rodríguez Zapatero haya desterrado muchos de los viejos complejos de la izquierda española cuando declara que “trabajará siempre intensamente por defender la unidad de España”. Quizá el viejo tópico de las dos Españas por fin ha dado paso a una España moderna y europea y con futuro.

- Varios autores, F. García Cortázar (coord.) La nación española: presente y futuro. FAES. Colección Papeles de la Fundación, nº 63. Madrid, 2001. 184 páginas. 600 ptas.
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