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Pablo Planas

Fascistas en Cataluña

Como ni siquiera se ha librado, la batalla de la propaganda está perdida en Cataluña.

Como ni siquiera se ha librado, la batalla de la propaganda está perdida en Cataluña.
EFE

Torra es un demócrata y Arrimadas, una facha. Ese es el punto de partida en medios, círculos y centros de poder catalanes. De los productores de La revuelta de las sonrisas llega Los fascistas son ellos, en relación a quienes muestran sus reticencias a la conversión de los espacios comunes en vertederos de propaganda separatista. Los autores Els carrers seran sempre nostres (las calles serán siempre nuestras) siguen marcando tendencia.

Se lleva el amarillo por los "presos políticos" y los "políticos exiliados" y quien disiente es un fascista de la peor especie, listado que por peso electoral encabezan los diputados de Ciudadanos y sus partidarios. Eso no significa que los peperos, irrelevantes en Cataluña pero que gobiernan en "Madrid", se vayan de rositas. Ni siquiera se libran los del PSC, a pesar de la propuesta de indulto preventivo de Iceta. Hasta Colau está bajo sospecha, y eso que los autobuses municipales también se utilizan como soporte publicitario de las entidades y partidos independentistas.

El separatismo no sólo controla los medios públicos y los subvencionados. El separatismo es la fuente oficial, institucional, autorizada y de máxima solvencia, surtidor de la materia prima del procés.

Como ni siquiera se ha librado, la batalla de la propaganda está perdida en Cataluña. La información no cotiza. El relato separatista se infectó hace años. El Círculo de Economía, por ejemplo, club de empresarios y ejecutivos catalanes con ínfulas académicas y políticas, acaba de emitir un papel en el que culpa al Gobierno, al Estado, a la Corona y a España entera de que industriosos catalanes sean capaces de votar a la CUP. Por si acaso, la mayoría de los socios y patrocinadores del dicho Círculo han trasladado sus empresas a Madrid, esa cosa zafia que les reprime y oprime tanto, incapaz a su parecer de emitir una propuesta del agrado de la banda de Pujol, Mas, Puigdemont y ahora Torra, que lejos de ser considerados unos racistas fascistas supremacistas pasan por campeones de la democracia y el diálogo.

Y así es cómo los que llaman "bestias" a sus congéneres son en Cataluña tíos de una humanidad intachable. Y quienes no están de acuerdo son unos fachas inhumanos y asquerosos incapaces de solidarizarse con el sufrimiento de los héroes que han pegado un golpe de Estado contra más de la mitad de los catalanes al son de Los Segadores, fans del rapero Valtonyc y del cantante de La Polla Records, mártires de la libertad para matar guardias civiles.

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