Felipe González

El ministro del Interior confirmó este jueves que la banda terrorista ETA efectuó siete llamadas desde el teléfono móvil en el que alertó de la colocación de una furgoneta-bomba en el aeropuerto de Madrid-Barajas el pasado 30 de diciembre, pero precisó que cuatro de ellas fueron al diario Gara y que allí nadie atendió el teléfono. Además, en contra de lo dicho por Felipe González, Rubalcaba negó que el Gobierno trabajara con una sola hipótesis durante la negociación con ETA. Según dijo, había hasta dos planes alternativas por si fallaban las negociaciones.

El ex presidente del Gobierno español ha abogado por la conciliación en torno a la Ley de la Memoria Histórica de una forma muy particular y ambigua ya que ha defendido el resarcimiento de una parte de las víctimas de la Guerra Civil arremetiendo contra el PP y sus militantes. Durante los actos de conmemoración del 15 aniversario de los Acuerdos de Paz de El Salvador, Felipe González ha afirmado que hay que dignificar sólo a la mitad de los españoles y que éstos deben ser resarcidos por la otra mitad, "a pesar de que la derecha no quiere". En este sentido, Acebes acusó en su día al Gobierno de "avivar las heridas" y "alimentar el rencor" ya que, según el PP, el ejecutivo de Zapatero insiste en convertir en Ley su visión de la historia de España.

La III Conferencia de presidentes autonómicos se ha abierto con un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas del último atentado de ETA y con una alusión del presidente al atentado de Barajas que no ha sido grabada por las cámaras. Ha sido Pedro Sanz quien ha revelado las palabras exactas de Zapatero: "En los últimos días hemos tenido un trágico accidente, un trágico atentado". No es la primera vez que habla de "accidentes". El término ya lo utilizó en su balance del año y en su primera entrevista tras el alto el fuego. Moraleda ha tenido que excusar de nuevo a Zapatero. Los presidentes del PP han exigido que el Gobierno vuelva al Pacto. La propuesta ni siquiera se ha debatido.

El ex presidente del Gobierno, que pasa la mayor parte del tiempo fuera de España, tiene una visión particular de la política desarrollada por Zapatero desde antes incluso de que ETA anunciara el alto el fuego, en marzo de 2006. Felipe González sostiene que "la política antiterrorista, la lucha policial, judicial, la cooperación con Francia han continuado permanentemente" e incluso ha dicho haber tenido "la impresión subjetiva" de que aumentaron durante el periodo de la tregua. En esos meses, el Gobierno atribuyó los primeros actos de terrorismo callejero a "incontrolados", negó una extorsión evidente, siguió permitiendo los actos de Batasuna-ETA, se desprendió del fiscal jefe de la Audiencia, Fungairiño, y acto cambió el criterio de la Fiscalía en los juicios contra los terroristas y llegó a calificar a Otegi de "hombre de paz". Del sanguinario De Juana Chaos dijo Zapatero que era "favorable al proceso de paz".

El ex presidente del Gobierno español, Felipe González, opinó que aunque "no hay conflicto entre civilizaciones", lo puede haber "porque se están poniendo las condiciones" para ello. Al abrir en México un ciclo de conferencias dedicado a las Ciencias Sociales y Humanidades de la Feria del Libro de Guadalajara (FIL) con una conferencia titulada "Cultura y paz" aseguró que "peor que el 11-S ha sido la respuesta al 11-S". Dicho de otra manera, señaló, "no se matan moscas a cañonazos". González destacó que en el contexto actual se hace necesario reflexionar sobre "una cultura para la paz" cuyo "primer elemento debe educar a la gente desde la infancia en la comprensión del otro".

El ex presidente del Gobierno socialista, Felipe González, ha achacado a COPE los problemas que actualmente surgen en torno al Ejecutivo de Rodríguez Zapatero, durante su intervención en un acto con motivo del centenario de Juventudes Socialistas de Cádiz. Manifestó que "resolvemos el problema territorial, resolvemos el problema del clericalismo y el anti-clericalismo y de repente aparece -en referencia a la cadena-". Asimismo denunció que Jiménez "los demonios" "retuerce" las palabras. "Cómo hablar de cosas (...) sabiendo de antemano que te van a manipular", criticó González para seguido ironizar: "Aunque sea de la COPE no lo podemos santificar".

Durante su intervención en la V conferencia anual del Club de Madrid, el ex presidente socialista ha criticado los "reflujos nacionalistas incomprensibles" que impiden que la UE alcance un acuerdo en materia energética. Además, González, que ya defendió el derecho de Irán a la energía nuclear, ha pedido que se "replantee seriamente" la moratoria nuclear que él mismo implantó en España en 1984 ante el progreso conseguido en seguridad y en la eliminación de los residuos. El nuevo criterio de González choca con la utopía energética del Gobierno de Rodríguez Zapatero, radical partidario del controvertido modelo de Kyoto y fervoroso creyente en la mítica panacea de las "energías renovables" como solución al desafío energético.

Aznar lo ha vuelto a conseguir. Sus opiniones han compactado a la izquierda en los extremos de un incurable resentimiento. El frente anti-liberal rescata su versión más radical para criticar en tromba las opiniones del presidente de FAES contra el acoso a Benedicto XVI por defender una espiritualidad racionalista, dialogante y no violenta. Aznar rechazó la idea de que el Papa tenga que pedir perdón y comentó que, puestos a pedir perdón, el Islam debería hacerlo por haberse impuesto mediante la fuerza en la Península Ibérica durante ocho siglos. "Franquista", "una barbaridad", "descabellado", son algunos de los ataques a Aznar de portavoces izquierdistas como Llamazares, Saura y López Garrido, todos ellos significados por su apoyo a Hamás y Hezbolá. También han puesto como ejemplo de pacifismo a Felipe González y su defensa del programa nuclear de Irán. Sólo Zaplana ha defendido el derecho de Aznar a expresarse en libertad.

Poco a poco va conociéndose, al menos, quién no será candidato del PSOE a la Alcaldía de Madrid. Tras los desmentidos de Solana, González y Bono, ahora el secretario de Organización de los socialistas ha dicho que María Teresa Fernández de la Vega no será la rival de Gallardón porque el Gobierno no puede "permitirse el lujo" de prescindir de ella. Blanco ha revelado que ya han decidido el sustituto de Trinidad Jiménez. A su juicio, será "un gran profesional" y un "gran gestor" en la capital. Pero no ha resuelto el enigma de su nombre. A Blanco, según ha dicho, le "pone" la "inquietud" que se está generando en el PP.