Miguel Ángel Moratinos

Mientras Moratinos se entrevista con las autoridades del régimen comunista cubano, De la Vega hace lo propio con las de China. Y es que si hasta ahora el Gobierno de Zapatero contaba con tres apoyos –Bolivia, Venezuela y Cuba–, desde este momento puede presumir de tener un cuarto país que haga de sostén en su política Exterior. Curiosamente, al mismo tiempo que los corresponsales extranjeros preguntaban al presidente de E.On por la inseguridad jurídica del mercado español, la vicepresidenta del Gobierno animaba a los empresarios chinos a dirigir sus inversiones hacia España porque aseguró que es un país que "genera confianza" y "es uno de los más atractivos para la inversión".

La vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, ha intentado justificar la negativa del ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, de reunirse con la disidencia cubana calificando de contactos al "más alto nivel" la reunión mantenida por el director general para Iberoamérica con la oposición democrática a la dictadura. En una rueda de prensa en Pekín, sin embargo, De la Vega ha avalado la apuesta del Gobierno por el "diálogo" con el régimen castrista.

Manuel Cuesta Morúa y Eloy Gutiérrez Menoyo han sido los únicos disidentes cubanos que acudieron a la reunión convocada en la embajada de España en La Habana por el director general para Iberoamérica del Ministerio de Asuntos Exteriores, Javier Sandomingo. El resto de las organizaciones opositoras a la dictadura "castrista" justificó su ausencia como una protesta por la negativa del jefe de la diplomacia española, Miguel Ángel Moratinos, a reunirse con ellos en algún momento de su visita que realizó durante dos días a Cuba. Uno de ellos, Vladimiro Roca, ha declarado que la gira de Moratinos "ha sido un insulto al pueblo cubano". Fuentes de la delegación diplomática indicaron que "se ha llamado a todas las personas (disidentes)" para reiterarles la "disposición a mantener el diálogo abierto".

El secretario general del PP, Ángel Acebes, consideró que la visita del ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, a Cuba ha sido una "auténtica vergüenza" para España por respaldar la dictadura castrista y negarse a mantener una reunión con los opositores cubanos. Acebes, en rueda de prensa en la sede central del PP, opinó que el viaje de Moratinos "ha representado el apoyo a la continuidad del régimen castrista, en lugar del apoyo a la transición democrática".

Moratinos compartió la mayor parte del tiempo que pasó en La Habana con Felipe Pérez Roque, al que definió como un "gran amigo". Ambos protagonizaron la firma del acuerdo por el que España reanuda su cooperación con la dictadura "sin condiciones". Moratinos despreció a la disidentes, no se reunió con ellos y ni les mencionó en sus declaraciones. Sí lo hizo Pérez Roque que les llamó "mercenarios y terroristas" delante de Moratinos, sin que el ministro español se inmutase. La Unión Liberal Cubana ya ha expresado su "enérgica protesta" y otras organizaciones del exilio hablan de "ofensa" y "desprecio total y absoluto". El PP cree que es "una auténtica vergüenza".

Minutos después de que la delegación que encabeza el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, anunciara que España se convierte en interlocutor privilegiado entre Cuba y la Unión Europea por la firma de tres acuerdos de colaboración que incluye la creación de un mecanismo de diálogo sobre derechos humanos, el canciller Felipe Pérez Roque dejó bien claro que los presos políticos (casi trescientos, según diversas fuentes) no están incluidos en las negociaciones. El jefe de la diplomacia "castrista" llegó a afirmar que en la isla "no existen presos por pensar de manera distinta". En La Habana se ha quedado un "alto funcionario" que acompañó a Moratinos para entrevistarse en la embajada con grupos disidentes. Las "Damas de Blanco" han rechazado la invitación.

Luis Moratinos Muñoz, sobrino del ministro de Asuntos Exteriores, presentó el pasado 19 de marzo su dimisión del puesto de experto nacional que ocupaba en la delegación de la Comisión Europea en Manila (Filipinas) alegando "razones personales y profesionales", según informaron fuentes del propio Ejecutivo comunitario. Este anuncio coincide con la denuncia por acoso sexual contra Moratinos Muñoz de la que se han hecho eco los medios de comunicación filipinos. Según éstos, el delegado español, que impartía clases en el Ateneo de Manila, habría pedido a una estudiante que mantuviera relaciones sexuales con él para que le aprobara un examen. Reclamadas las pertinentes explicaciones por parte del fiscal, el sobrino del ministro dijo que tenía inmunidad diplomática y no podía ser llevado ante la justicia.

La actitud de Moratinos en Cuba ha sido recibida con júbilo por el régimen castrista, que se felicita por la "rectificación y cambio de rumbo en España" y le califica de "interlocutor privilegiado". Este martes Moratinos ha firmado varios acuerdos para retomar sin condiciones la cooperación con el régimen suspendida tras la oleada represiva de 2003. Eso sí, los disidentes siguen encarcelados. La reunión con Raúl Castro cierra un viaje a Cuba, triunfal para la dictadura. Moratinos ha ignorado las demandas de la disidencia, los ha excluido se su agenda y ni les ha mencionada es su múltiples declaraciones públicas. Lo más que ha conseguido en un acuerdo sin una sola medida concreta para dialogar "desde el respeto mutuo" sobre derechos humanos.

Las primeras declaraciones de Moratinos en La Habana han confirmado el escepticismo de los demócratas cubanos ante su visita a la isla. Ni una palabra para reclamar el fin de la represión o de apoyo a la disidencia. Un Moratinos "emocionado" ha dicho que se inicia una "nueva etapa" marcada por el diálogo con la dictadura. Su primer encuentro, "muy fructífero", ha sido con el ministro de Exteriores, Pérez Roque, al que ha calificado de "gran amigo". De nada ha servido el vídeo de las Damas de Blanco pidiendo a Moratinos que exija la liberación de los presos políticos. El ministro ha excluido a la oposición democrática de su agenda, repleta de encuentros con todas las autoridades del régimen, Raúl Castro incluido.