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Viajes de cine, viajes en el cine

Este martes el suplemento "Viajar" de La Vanguardia publica un interesante y bien escrito artículo sobre destinos viajeros en el cine, es decir, de como en algunas películas se reflejaban determinadas ciudades o paisajes, en ocasiones "engañando" al espectador, como cuando una playa gaditana refleja una supuesta Cuba en una de las últimas de James Bond.

Lamentablemente no les puedo enlazar con el reportaje en cuestión porque ese suplemento no se refleja en la web del periódico barcelonés (o yo no he sido capaz de encontrarlo) pero el tema me ha hecho pensar en cómo el séptimo arte tiene, como en tantos otros aspectos de nuestras vidas, una importante influencia en nuestros viajes.

Ya les hablaba por aquí no hace mucho de un viaje que hice muy influenciado por una película concreta, pero creo que a todos nos ha pasado algo similar alguna vez o, al menos, todos hemos recordado esta o aquella película cuando visitábamos una ciudad, un monumento, un lugar... Incluso hay ciudades que prácticamente nos parecen un escenario cinematográfico o televisivo: Nueva York, Venecia, Roma... todos los que las visitan tienen en su mente una ciudad filmada, lo que en ocasiones puede ser un riesgo para nuestra experiencia viajera: la realidad no siempre supera a la ficción y otras veces es, simplemente, demasiado distinta de la ficción.

La ciudad más cinematográfica que yo he visitado es, sin duda, Nueva York. Además de que Manhattan es probablemente el pedazo de tierra más filmado de todo el mundo el abajo firmante en bastante fan de Woody Allen, así que la Gran Manzana era ya uno de los paisajes habituales de mi mente mucho antes de conocerla.

Afortunadamente, al menos para mí, Nueva York responde a su mito cinéfilo e incluso lo supera, porque todo es tal y como lo hemos visto en las películas: las grandes avenidas, los enormes edificios, Central Park, las aceras llenas de gente, los taxis amarillos, el puente de Brooklyn, el ferry a Staten Island que tomaba Melani Griffith en Armas de Mujer... Incluso la pista de hielo del Rockefeller Center, que yo tuve la oportunidad de ver en su último fin de semana del año y que en tantas películas navideñas hemos visto.


Y, por supuesto, la maravillosa Tiffany de la quinta avenida, que sigue tal cual la dejaron Audrey Hepburn y George Peppard para delicia de turistas, cinéfilos y mitómanos variados.

¿Qué ciudades o lugares de cine os han gustado al conocerlos? ¿Cuáles os han decepcionado? ¿En donde pensáis que una gran película merecería ser rodada? A ver si alguien se anima y comenta...

ACTUALIZACIÓN: Parece que se han puesto de acuerdo, a las pocas horas de publicar este artículo he encontrado uno excelente (bueno hasta en el título: El fantasma de Kim Novak) en El Viajero de El País sobre el San Francisco de esa maravilla hitchcotiana que se llamó Vértigo en todo el mundo y De entre los muertos en España y que, como bien cuenta el reportaje, es un ejemplo perfecto de cómo el cine crea, cambia o refuerza un destino turístico. Por cierto, los que no hayan visto la película ya están tardando, como supongo que los que no conocemos San Francisco ya estamos tardando...

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