Con esto del día de la madre y aun con el malestar político y la injustamente llamada ‘ultraderecha’, voy leyendo por diferentes rincones de las redes lo de "nosotras parimos, nosotras decidimos". Un eslogan algo desfasado a la par que ridículo. A esto le sumo una serie de comentarios que me he encontrado en el perfil de instagram de la Doctora Carla Barber (la médico estética más mediática de España), y me predispongo reflexionar sobre la importancia del culo. Sí. Han leído bien. No hablaré de la capa de ozono ni de la Feria de Abril. Tampoco de los pobres delfines de Dinamarca, que me los han comparado con fetos (en una insensata intentona por defender el aborto). No vientre. No madres, ahora que está tan de moda llenarse la boca afirmando "no madres". No. Esto va de culos.
Y es que, antes de saltar al tema del aborto y la propiedad de los vientres, como habrán leído ya, la que fue miss Universo se separa del que ha sido su pareja durante estos últimos 4 años y con quien contrajo matrimonio el pasado mes de septiembre, el Dr. Esquivel. No me apetece hablar del porqué de la ruptura, entre otras razones, porque lo desconozco. Carla, a la que tengo fichada desde Miss España y a la que le tengo un especial cariño, contaba en su perfil de Instagram la separación, y, en la línea de los culos y "culas" (para evitar el machismo léxico), me encontré con un comentario curioso.
Y bien. Una desconocida @mariandguille escribía: "siempre pones fotos de ti y de tu culo, tus tetas, tu boca, tu cara… y lo que más llena en esta vida es el amor. Lo otro se pudre con el tiempo… estaba claro que tanto amor no había. Lo siento mucho". Mensaje al que numerosos fans de la doctora contestaron, inclusive Carla. "Mi cara, mi culo, mis tetas y mi boca son MÍOS, igual que este perfil. Si no te gusta, estás tardando en dar ‘unfollow’".
Y sí. Su culo es suyo. Y mi culo es mío. ¿Qué hay de malo? Y, ¿qué tienen que ver las tetas con el desamor? Esto me recuerda a cómo el Gobiermp de Sánchez quiere frenar la corrupció con mujeres (¿qué tal si nos tomamos una aspirina para la alergia?). Si bien es cierto que la belleza dura menos que la espiritualidad, no por ello tenemos que abandonar y enterrar la primera. Carla lejos queda de ser una persona superficial y frívola. Es una mujer volcada en su trabajo, que genera empleo (en su clínica de Madrid y en la de Las Palma), que paga sus correspondientes impuestos (que luego financian los ‘falcones’ del ‘okupa’ y otros chiringuitos más) y que muestra a diario su trabajo. Deberíamos valorar más a todas esas personas que crean riqueza en España (igual que el linchamiento incomprensible hacia Amancio Ortega).
Me provoca mucha risa que se "presuma" de una sociedad progre y moderna, en donde la mujeres deben hacer lo que quieran; y en la que sòlo se acepta el desnudo si es una protesta ante políticos o en una playa nudista.
Nada más preciado, después de la capacidad de la maternidad, ha regalado la naturaleza a la mujer que los senos y los glúteos como auténticos monumentos carnales dignos de observar, con previo consentimiento de su propietaria. Elementos vitales cuya propiedad física (y si me apuran, intelectual) es inalienable, aunque Risto (el moderno de Risto) firme la nalga izquierda de su mujer Laura Escanes. Bromas aparte. Pensemos que la firma es voluntad de su mujer, y no un contrato del publicista. En la Grecia Clásica ya era un bien a cultivar y esculpir los culos y las tetas. Entonces: qué, ¡carajo!, hablamos de si una enseña el culo o la pantorrilla izquierda en Instagram... «el propietario de su culo tiene el derecho a explotarlo y disponer de ello a su voluntad», siendo la ley sobre propiedad física la que «determina las personas a quienes pertenece ese derecho, la forma de su ejercicio y las decisiones sobre su difusión en las redes sociales». ¿Para cuándo un Real Decreto y Decreta para los culos y las culas? Feliz sábado.